Hace un poco más de 2 meses nació una persona muy especial, se llama Lucía Victoria y es hija de mi hermano Pepepe, el menor de mis cuatro hermanos pero que es mayor que yo 1 año y medio.
El es mi Ashio y yo soy su Eugenia, porque si algo me hace recordar la relación de mis Pirulingos es esa relación mía con Pepepe… de mucha unión, complicidad, juegos inventados y peleas por cualquier cosa. Siempre fuimos muy unidos, siempre disfrutamos de la mutua compañía, siempre compartimos muchas cosas y compartir ahora la maternidad/paternidad con él y verlo con su hijita me derrite el corazón: por él y por ella a partes iguales.
Yo soy la quinta hija, única niña después de 4 varones, y mis hermanos junto con Andres me hacen ver la paternidad con mucha ternura pero sobre todo con muchísimo orgullo de ver los padres que son… son hombres de familia que disfrutan verdaderamente a sus hijos y se me infla el pecho de saberlos míos!
Y después está esa chiquitica de ojazos enormes y cabecita llena de pelo que nos conquistó a todos hace una semana cuando fuimos a conocerla. A su tía que le llevó ropita linda que había usado Eugenia, que la cargó y la durmió en brazos respirando ese olor a recién nacido para que se me quede grabado. A su tío que se le había olvidado lo chiquitos que son los recién nacidos. A su primo Andres Ignacio que repetía mil veces que era su primo mayor (porque era el primo mayor en ese viaje) y que con aires de protección se le iluminaban los ojitos de verla. Y a su prima Eugenia que se muere por los bebés y tener esa primita tan chiquita y tan bebecita la llenó de ternura, la quería cargar todo el tiempo y hacerle cariñitos y se maravillaba de cualquier muequita que hiciera comentándola con una sonrisa.
Hasta que me tocaba el turno de cargarla y mi Tinga Tinga sin quererlo se ponía celosa… y ella misma se daba cuenta que seguía queriendo a su prima pero mucho mejor si no era yo quien la cargaba… pero aprendimos un poco a compartir mi amor porque yo no me quería perder ni un segundo de tener a Lucía en mis brazos!
Ya lo he dicho antes pero así lo siento y con cada sobrino lo siento más, ser tía es algo muy especial, es una combinación de instinto materno con la dulzura de ver un retoño de alguien tan especial como tu hermano… Es imaginar las reuniones de primos y ser testigo de esa relación especial entre ellos, es compartir una nueva vida con tus hermanos, la de ser padres; es estrechar el lazo con tus cuñadas en torno a la maternidad.
Es tener unos hijos que no son tuyos y regalarle a tus hijos nuevos hermanos.
Bienvenida Lucía Victoria, nos robaste el corazón y además ahora es más grande porque tú esta en él!
Pd: Mas primos de los Pirulingos, Carta a Ivanna y Marco, Matteo Ignacio