Parecía que ya lográbamos establecer la rutina y ella comenzaba a sentirse a gusto en nuestra casa cuando preparamos las maletas, tomamos un avión y nos fuimos 1 semana de vacaciones.
El viaje estaba planificado por el matrimonio de un muy buen amigo del colegio en Portland. Como Andres y yo fuimos al colegio juntos (algún día escribiré aquí esa historia), Juan Domingo es un muy buen amigo de los dos! No nos perderíamos su matrimonio por nada del mundo e incluso en vez de solo viajar por el fin de semana a Portland, decidimos hacer del viaje unas vacaciones para conocer Seattle, que es donde él vive y también otros lugares de Oregon.
Hoy les voy a contar de los días que pasamos en Seattle.
Hay ciudades que enseguida que las ves, apenas conociéndolas desde el asiento de atrás de un taxi que va del aeropuerto a tu hotel, logran envolverte con sus encantos y así mismo enamorarte.
Así me pasó con Seattle, los paisajes de montañas unidos a las vistas del mar y el puerto fueron la primera señal. Luego el clima atípico de cielo despejado y temperatura perfecta siguió haciendo el trabajo, para terminar con las calles llenas de flores, los muelles llenos de restaurantes de comida del mar, el mercado central lleno de colores de frutas, verduras y flores, la arquitectura que va desde muchas fachadas con ladrillo hasta urbanizaciones de casas flotantes y el encanto heredado de mi vida en NYC de caminar y pasear y así llegar a todas partes.
Nuestro Hotel quedaba en la zona de lake union y la vista hacia el lago era preciosa… barcos, lanchas y muchos veleros y la gente aprovechando los últimos días de verano a la orilla del lago y hasta lanzándose al agua desde un puente. De allí paseamos hacia la zona del space needle que es como estar en una película, desde Slepless in Seattle hasta las típicas fotos de reconocimiento en cualquier capítulo de Grays Anatomy!
Allí nos encontramos con Juan Domingo y seguimos paseando, caminando, conociendo. Subimos a la torre y fue perfecto porque vimos el atardecer desde arriba… Los Pirulingos ya estaban cansados así que no hubo mucho más después pero ese atardecer con la vista de la ciudad desde lo alto fue el cierre perfecto de ese primer día.
El día siguiente lo comenzamos en el Mercado Central que no me pudo gustar más: calles empedradas, olor a flores frescas y colores de frutas de todo tipo… Seguimos hacia los muelles en el waterfront y entramos al Acuario porque viajar con Andres Ignacio significa conocer acuarios y zoológicos por doquier… nada disfruta más que ver animales!
Caminamos por los muelles viendo la gran rueda de feria que enmarca el puerto que se ve detrás.. de allí nos buscó Juan para llevarnos a comer a zonas menos turísticas pero igual de bonitas.
El último día nos tocó el típico día de la ciudad! era lo que nos decía todo el mundo: gris y nublado y con momentos de lluvia suave… Pero no fue molestia, pudimos igual recorrer la zona de los museos (aunque por falta de tiempo no entramos a ninguno), pero sí entramos al jardín de vidrio que es una atracción súper recomendada: esculturas de vidrio soplado, pabellones y jardines con piezas de todos los tamaños y colores. Luego seguimos a ver el espectáculo de agua de la International Fountain en Seattle Center, de más está decir que chorritos bailando al ritmo de la música fue lo máximo para los Pirulingos!
Terminamos el día tomando un tour que nos dio un paseo en barco para ver la ciudad desde el agua… de allí seguimos nuestro camino a Oregon, pero ya eso es materia de otra entrada…
Seattle, eres realmente encantadora, gracias por compartir tus escasos días de sol con nosotros!
[…] nuestras vacaciones y después de nuestros días en Seattle, alquilamos un carro y partimos rumbo a Oregon. El destino final era Portland a donde íbamos a un […]
[…] fotos son de nuestro viaje a Seattle. En los viajes esa complicidad entre ellos se potencia porque es más palpable que se tienen el uno […]
Me encanta leer tus historias y gracias a ti he conocido lugares hermosos.
Un abrazo.
Heidy
Gracias Heidy!!! un abrazo fuerte
[…] que fue hace muchísimo, pero apenas hace un mes regresamos de nuestras vacaciones y yo continúo narrando y recordando nuestros […]
[…] destino final de nuestras vacaciones de las que ya les he contado (aquí, aquí y aquí) , fue Portland por el matrimonio de un muy buen amigo mío y de Andres. Incluso […]