Disfraces de Halloween inspirados en cuentos: Donde viven los Monstruos

By criandoando On 26 . 10 . 2015

Desde hace muchos meses Andres Ignacio y Eugenia decidieron de qué querían disfrazarse en Halloween. Los disfraces que eligieron no eran muy propensos a inventar algo en casa, incluso Andres Ignacio ya tenía el suyo y así me dejaron con las ganas de «ponerme creativa»… Pero pensando en este blog y con ganas de compartirlo con ustedes, decidimos los 3 hacer una serie de disfraces inspirados en cuentos infantiles que nos encantan. Si es que leer cuentos se trata de imaginar historias, qué mejor excusa para vivir esas historias que disfrazarnos de sus protagonistas.

Así que toda esta semana estaremos mostrándoles algunos disfraces «hechos en casa» basados en historias que nos encantan, que hemos leído una y otra vez, que nos emocionan y que nos sabemos de memoria.

Comenzamos con Max, ese niño disfrazado de Lobo al que su mamá castiga y así se transporta a un mundo lleno de monstruos en el que él se convierte en Rey. Este libro cautivó a Andres Ignacio desde la primera vez que lo leímos, lo leímos tanto que Ashio se lo leía a Eugenia con mímicas incluidas cuando tenía poco más de 2 años y Eugenia apenas caminaba (más abajo pueden ver el video)

Es una historia preciosa con ilustraciones que transportan fácilmente a ese lugar «donde viven los monstruos». Es un clásico, un cuento galardonado al que en esta casa además le rendimos un pequeño homenaje con este disfraz.

Nos divertimos muchísimo haciéndolo, solo necesitamos:

Algun pijama enterizo blanco o de color neutro (y aquí me doy cuenta que mi niño está grande porque cuánto me costó encontrar uno de su tamaño)
Fieltro marron y retazo de piel falsa para la corona (se consiguen en las tiendas de manualidades)
Retazo de tela peluda y algodón para rellenar la cola.
Ganchos de seguridad para pegar la cola y pistola de silicon para pegar lo que sea necesario!

Y armarlo es muy fácil: Se corta el fieltro marrón en forma de corona y se le pega en el borde la tela peludita. Se recorta la forma de la cola, se pega y se rellena y se asegura a la parte trasera de la pijama con un alfiler de seguridad.

Listo!

Por último nos fuimos a un parque cerca con cierto aire de «bosque» y pasamos el mejor rato mientras Andres Ignacio jugaba a ser Max y yo le tomaba fotos.

Y anoche cuando escribía esto me acordé del video que les dije arriba, así que lo busqué y aquí se los dejo para que se mueran de risa escuchando a Ashio leerle a Eugenia que estaba emocionadísima y no lo dejaba con sus gritos de «mostro»… Sin duda este video hace que el disfraz valga todavía más la pena!