Ese ha sido nuestra realidad desde aquel día de agosto en que nos enteramos que estaba embarazada de Eugenia.

La llegada de otro bebé no cambiaba en absoluto nuestro panorama de seguir viviendo en un apartamento de 2 habitaciones, y la verdad es que a veces pienso que incluso teniendo una tercera (o soñando con tenerla), no sé si pondría a cada uno en un cuarto o ese sería como un estar/estudio/cuarto de juegos… Quién sabe…

Embarazada de Eugenia hice muchos planes de cómo reacomodaría el cuarto para que estuvieran los dos, de cómo reorganizaríamos los muebles, cómo maximizaríamos el aprovechamiento del espacio y como decoraríamos para hacer convivir los actuales animales de Andres Ignacio con otros elementos que le dieran un toque femenino y que fuesen “de Eugenia”.

Yo incluso, motivada por mi pensamiento a la venezolana de “y si después no hay” o “no vaya a ser que se agote”, hasta compré juego de cuna para Eugenia y algunos detalles acordes a la decoración elegida…

Resultado: prácticamente todo lo que compré estuvo guardado todo este tiempo y sigue estando perfectamente disponible en cada una de las tiendas… Al alcance de un click y los 16 números de una tarjeta de crédito.

Pero me daba ilusión tenerlo, como que acercaba la posibilidad y el día de hacer mis ideas realidad…. Porque debo confesar que algo que me encantó en mis dos embarazos fue preparar el espacio para que llegaran estos Pirulingos. Fuese todo un cuarto o un rincón en el nuestro, vestir la casa para ellos los acercaba más en esos días en que moríamos por que llegara el momento que no fuera tan abstracta su presencia como una patada en mi vientre o un ataque de acidez a medianoche…

Nació Eugenia y Andres Ignacio siguió durmiendo en su cuna, en su cuarto lleno de animales de la selva… Igual muchas veces no dormía solo porque en su cuarto esta el sofá cama que le ha dado cobijo a muchos que han venido a visitar…

A la Tinga Tinga le preparamos un rincón en nuestro cuarto: lindo, femenino lleno de animalitos del bosque que la acompañaran mientras tanto…. Dormía en su moisés cuando no en la cama entre Andres y yo… y yo todos los días acomodaba su edredón y sus almohadas (que le hizo Puli con los mismos colores sin saber, perfectas y dulces) y algunos de sus peluches o muñecas en ese rincón donde le tomamos tantas fotos, donde durmió tantas siestas y donde se respiraba presencia de niña en nuestra casa…

A partir de que Eugenia cumplió 6 meses hemos querido ponerlos a los dos en su cuarto, acondicionarlo para eso, pero entre viajes, visitas, posgrado, etc; es ahora que finalmente lo hacemos…

Y esto supone un gran reto logístico nada despreciable.

Les explico.

Como ya mencioné, Eugenia dormía ratos en su Moisés (y luego le quedó pequeño y le pusimos un corral) y principalmente con nosotros en la cama… La verdad eso hizo que a pesar de lo interrumpido que duerme la chiquitica, yo no pasara estos 10 meses las noches en vela, a nosotros con la lactancia materna nos ha resultado muy cómodo y conveniente dormir juntos (espero que mi pediatra no lea esto!). Sí reconozco que dormir con ella supone dormir más incómoda, más rígida… pero también supone dormir acurrucadas las dos, mi chiquitica pegadita a mi y eso sin duda compensa! Claro que lo de Eugenia dormir interrumpido es causa y consecuencia, porque no se sabe si duerme interrumpido precisamente por tener su mamita y su tetica tan cerca que puede hechar mano de ella cuando le provoque…. Y al no tenerla (me) se despierta buscando lo que se acostumbró a tener…

Me explico?

Entonces decidimos poner a Eugenia a dormir en su cuna… O en su corral… Pero ya no amamantarla a media noche, irle enseñando a dormir la noche completa… Comenzamos el jueves pasado y, para mi sorpresa, a partir del lunes (si, sólo 3 días, no canto victoria pero igual me sorprende lo que hemos avanzado) Eugenia durmió corrido de 9:00pm a 7:00am!!!

Yuuujuuuu!!!

Para lograrlo tuvimos que superar los siguientes obstáculos:

1.- No dormir con nosotros sino en su corral.

2.- No amamantarla cuando se despertara a medianoche, o cada 2 horas.

3.- Evitar que, si lloraba, su llanto despertara a Andres Ignacio.

4.- Si Andres Ignacio se despertaba por alguna razón y lloraba (a veces se despierta por frío, hacer pipí, lo que sea y lloriquea) que ese llanto no despertara a Eugenia.

5.- Andres y yo aprender a dominar el arte de dormir en total sigilo para que Eugenia ni nos sintiera allí en el cuarto con ella y no se despertara.

No fue fácil.

Avanzamos, pero el llanto compartido y contagioso nos jugó varias malas pasadas así que el lunes cambiamos la estrategia…

Vestimos la cuna de Eugenia de niña, de princesita y le explicamos a Andres Ignacio que a él le compramos una cama más grande y más linda y que mientras llegaba iba a dormir con papi y mami en el corral en nuestro cuarto… Andres Ignacio se emocionó muchísimo, nuestra impresión fue que entendió perfectamente cada palabra de nuestra explicación…

Vestimos el corral de Andres Ignacio, con Woody y Buzz y sus animales y su almohada y el lunes lo que parecía imposible sucedió: todos dormimos la noche entera corrida: Eugenia por primera vez en su cuna, Andres Ignacio en nuestro cuarto, yo en la posición que me apeteciera y Andres con un poco más de espacio que el filo que se auto imponía para no molestar a Eugenia!

Andrés Ignacio entendió tan pero tan bien la explicación de su cama nueva que luego de mi elocuente discurso intenté que durmiera la siesta en la cuna (que ahora Eugenia amablemente le prestaba para tal fin) y mirando extrañado la sábana de pajaritos y la almohada rosada me pidió que le pasara su León y su Mono (de peluche), y ni eso fue suficiente para volver a sentirse dueño de ese espacio, así que con su Mono y su León en las manos dijo claramente “esta no me gusta” y hasta la siesta la está durmiendo temporalmente en el corral en nuestro cuarto!

La cama de Andres Ignacio esta en camino, hemos ganado terreno pero el gran reto es que convivan las rutinas nocturnas de estos dos Pirulingos cuando ya duerman juntos en el mismo cuarto.

Tenemos todavía algunas batallas que librar antes de cantar victoria pero estamos contentos con el resultado parcial de esta aventura…

Para una próxima entrega:

**Andres Ignacio y su cama nueva: habrá entendido bien de que iba toda nuestra explicación?

**Decoración compartida: cómo hacer convivir los animales de la selva con los animalitos del bosque.

**Hora y rutinas compartiendo el cuarto: hora de dormir, los dos juntos o por tanda?

**Llantos nocturnos: estrategias para que no se vuelvan un concierto de madrugada y nos nos boten del edificio.

**Sincronizar la hora de la siesta: hacerlos dormir cuando no es de noche ni hay mucho sueño y si muchas ganas de jugar!

**Logística de hotel: cómo recibir las visitas sin sofá cama en el cuarto de los Pirulingos…

Hasta entonces!