Extrañar a alguien es uno de esos sentimientos raros, ambiguos que a veces no sabemos cómo describir.

Si extrañamos a alguien puede ser doloroso. Pero si nos hace falta es porque su presencia nos recuerda momentos felices.

Si extrañamos a alguien es porque no queremos que nos falte. Pero si nos hace falta es porque cuando está todo es mejor y más feliz!

Ayer Andres regresó de 9 días de viaje, que juro que parecieron mil!

Lo extrañé cuando los chiquitines estaban enfermos para compartir su cuidado, pero también lo extrañé cuando ya estaban bien para jugar y salir a pasear.

Lo extrañé en las noches al acostarlos a dormir para ayudarme a mantener el control, pero también lo extrañé cuando ya se habían dormido para conversar y ver televisión juntos!

Si extrañamos a alguien, sentir esa falta nos hace no olvidarnos cuánto debemos aprovechar los momentos que tenemos para compartir y estar juntos.

Por eso hoy escribo por la simple y humana experiencia de extrañar a alguien, pero también por la alegría de haber estado acompañada de 2 pedacitos de ese alguien que hacen que lo extrañe más y al mismo tiempo sea más importante su presencia!

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pd: El sábado (sin Andres) nos fuimos con Pepepe y la Tia Linu al NYC Botanical Garden y debo decir que no pudo gustarme más ese lugar! simplemente precioso… con un show de Orquídeas capaz de alegrarle el corazón a cualquiera!

Un poco más de Primavera!!!