A mis 38 semanas de embarazo, ya con el nacimiento de Cristobal en puertas, decidí ocuparme de algo que desde tiempo antes quería hacer: tomarnos unas lindas fotos todos juntos, captar e inmortalizar nuestra familia de 4 con Cirstobal en mi panza y guardar un lindo recuerdo de mi tercer embarazo… Ya yo se los he dicho, a mi me encanta estar embarazada y por eso quería preservar ese momento junto a toda mi familia.
Aunque debo confesar que contra todo pronóstico de este embarazo es del que más tengo fotos, y digo contra todo pronóstico porque antes de quedar embarazada tenía tantos kilos de más que no me sentía nada cómoda y me costaba posar frente a la cámara. Pero al quedar embarazada decidí que haría un esfuerzo por documentar este momento tan lindo y sobre todo tan esperado por mí: si lo había deseado tanto, cómo no iba a atesorar los recuerdos de estos 9 meses.
Y así fue y me atreví hasta a tomarme fotos caseras con trípode y barriga al aire para anunciar el nombre de Cristobal y ahora veo esas fotos (y estas) y me alegra enormemente haberlas tomado y tener el recuerdo para revivirlo siempre que quiera y me pegue la nostalgia.
Esta sesión tuvo 2 partes, una más urbana que les muestro hoy, y otra de naturaleza que les mostraré otro día para no recargar este post de fotos.
Las fotos nos las hizo Maritere a quien conoce gracias a Instragram y de quien me atrapó su ojo para componer imágenes, su búsqueda insaciable de paredes y murales con encanto y su emoción por explorar y conocer su ciudad, Houston. Sus fotos me dan ganas de salir más, explorar más y adentrarme en callejones, rincones o fachadas y hacer fotos en ellas recordando lo especial del lugar donde vivimos.
Una de las cosas que me arrepiento es no haberlo hecho cuando vivíamos en NYC… a veces me provoca retroceder el tiempo y contratar a alguien que nos inmortalizara en nuestros lugares favoritos de la ciudad, porque la exploramos hasta el cansancio, la caminamos por todos sus rincones y la tenemos tatuada en el corazón.
De estas fotos me gusta el lugar con esa pared de colores que les da tanta vida, la luz como se refleja en nosotros y en el juego de sombras, me gusta la espontaneidad con la que nos capturó Maritere, me gustan las caras de los Pirulingos y los gestos de complicidad con Andres. Me gusta que no es solo una sesión de mi embarazo, sino de mi familia en un momento y uno muy importante… Muy pronto la vida nos cambiaría y con estas fotos nos recordaremos siempre cómo era cuando éramos 4 y Cristóbal estaba en mi panza.
Lugar: Biscuit paint wall: 1435 Westheimer, Houston, TX 77006
Fotografía: Maritere Casillas Rice