Por: Claudia Graterol
Yo estoy convencida que la mejor manera de lograr algo es dando el ejemplo.
Nuestros hijos imitan lo que ven, lo que les es familiar. Por eso en la mesa me gusta acostumbrarlos al verde, al rojo, a los sabores fuertes y a experimentar con la comida, para mi comienza con algo simple y cotidiano: el ejemplo. La actitud que ellos vean en nosotros es la que van a repetir, al igual que les enseñamos a hablar, a jugar y a relacionarse, igualmente pongamos atención a la comida, pues de esa manera lograremos educar sus paladares.
La comida favorita en mi casa y la que puedo repetir todos los días sin ningún reclamo es sin duda la pasta; nos encanta a todos sin importar su salsa, simplemente es la favorita.
Y como es un plato que seguro se comen, siempre trato de buscar la forma de sacar más provecho de él.
Resulta ser que al “nonno” le encanta la pasta con salsa pesto y por consecuencia, a los niños les parece lo máximo, así que hoy quiero compartirles una salsa pesto «enriquecida» que siempre agradecen cuando la ven en el plato. Como siempre es muy rica y fácil de preparar.
Ingredientes:
- Ajo
- Albahaca
- Espinaca
- Piñones
- Aceite de oliva
- Pasta
- Sal al gusto
Lo primero que hago es sofreír, en un poco de aceite de oliva, los dientes de ajo y los piñones hasta que queden dorados.
Luego en el procesador de alimentos coloco abundante albahaca y espinaca. La combinación la pueden ir probando dependiendo de qué tan fuerte quieran el sabor de albahaca. En casa nos gusta mucho la albahaca y ese es el sabor que prevalece.
Se coloca la sal y un chorro de aceite de oliva, licúo y agrego más aceite hasta obtener la consistencia deseada.
Cocino la pasta y cuando está lista la escurro, agrego la salsa y mezclo. La pueden acompañar con trocitos de tomate y queso parmesano. Mmmhhhh!
La verdad es que en casa compro la albahaca en planta, esto me ayuda a que me dure un poco más que en la nevera, pero la verdad no dura mucho porque no damos chance a que se repongan las hojitas. Creo que la albahaca es de nuestras hierbas favoritas.
Esta salsa la utilizo siempre, es una manera de aprovechar la albahaca antes que se dañe. A mi me gusta hacerla de consistencia espesa, es decir un poco baja de aceite, porque me permite usarla para otros platos.
Les recomiendo hacer una buena cantidad y utilizarla en otras preparaciones como por ejemplo: pollo a la plancha adobado con salsa Pesto, le dará un cambio al tradicional pollo a la plancha. También puede hacerse con arroz para un «arroz verde», con papas o ensaladas. La combinación con tomate y queso siempre le queda bien.
Finalmente resulta una comida muy completa, y nuestros niños aprenden a incluir todo tipo de sabores y colores en sus comidas!
¡Buen Provecho!
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¡¡¡Esa es mi sobrina!!!