Esta entrada es en colaboración con JOHNSON’S® and Latina Bloggers Connect, pero todas las opiniones son propias y están basadas en la experiencia con mis hijos.


Estaba acostada en mi cama, 19 semanas de embarazo y en el total silencio de mi habitación te sentí dentro de mi por primera vez, como el aleteo de unas mariposas en mi barriga y de repente tu presencia era infinitamente más real y más palpable.

Sobé mi barriga tantas veces intentando que sintieras mis caricias, que nos conectaran aún más antes de poder verte a los ojos, antes de poder tocarte.

Y llegó el día en que naciste y luego de pujar con fuerza te escuché y te tuve en mis brazos. Tocarte fue materializar muchos sueños. Y te apreté contra mí, a pesar de tu fragilidad lo hice con fuerza, con ganas de que ese instante no se acabara nunca. Recorrí tu perfil con mi dedo y lo posé en tu boca, lo pasé por tu cuello, por tus bracitos y seguí recorriéndote hasta llegar a tus pies tan pequeñitos y tan arrugados. Quería aprenderme tu figura, quería reconocerte, no poder confundirte.

Poco después te pegué a mi pecho y amamantarte fue siempre nuestro momento de intimidad, de contacto tan especial. Muchas veces mientras comías tratabas de tocar mi cara, o acariciabas mi pecho agradecido del alimento que recibías de él.

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Y desde entonces no hemos dejado de tocarnos: nos besamos, nos abrazamos, dormimos juntos, te baño, nos agarramos de la mano, te peino, te acaricio o te sobo si te das un golpe, te hago masajes, te pongo crema, te cargo, te lanzo al cielo y te atajo y te vuelvo a abrazar. Te siento entre mis piernas y te hablo al oído, me acuesto a tu lado y te leo un cuento y mientras lo hago tu me acaricias, te soplo la barriga y te ries a carcajadas, huelo tu cuello y te doy un beso.

Y es a través de los sentidos que nos hemos querido tanto, es así como nos hemos demostrado lo importante que somos el uno para el otro. Tus risas son para mi el sonido de la felicidad, y tus abrazos mi lugar seguro, tus besos el postre de mis días y tus palabras el consuelo a mis agobios. Y al mismo tiempo tu encuentras en mí consuelo y refugio cuando lo necesitas, y todavía me pides acurrucarte en mi regazo cuando terminas de cenar y ya el cansancio lo sientes en el cuerpo.

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Y yo sé lo importante que son para tí mi amor, mi tacto, mi voz, mis besos, mis abrazos y mis canciones. Sé el poder que tienen el tacto de una mamá, lo poderosamente estimulante que es demostrar el amor así tocándonos y sintiéndonos. Sé que sentirte amado te da fuerza, seguridad y cimientos para tu vida.

Y este comercial de JOHNSON’S® así lo demuestra, ellos se han dedicado a promover el poder del tacto y de la estimulación sensorial por todos los beneficios que aporta a nuestros hijos, yo estoy convencida que es así y desde que lo vi me sentí identificada en mi relación con mis Pirulingos.

Y me quedo con ese abrazo del final y con esa linda frase de

«nunca subestimar el poder del tacto de mamá»

https://youtu.be/RNJpRVu_VGk

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This is a sponsored campaign in collaboration with JOHNSON’S® and Latina Bloggers Connect. However, all opinions expressed are my own.

 

 

Todas las fotos fueron tomadas por Marco Mancera