Este verano ha estado lleno de Familia!
Además de mis 3 hermanos que viven en NYC y Marco mi nuevo sobrino, ha estado lleno de familia que ha venido de visita!
Primero llegó Yannina (la mamá de Andres) en mayo, luego vino Puli (mi mamá), a ella le siguieron Melissa y Bárbara (mis primas) y Victoria Eugenia y María José (mis sobrinas)… Esta semana tenemos aquí a Calala (mi hermanita) y a principios de septiembre viene Papota y Jani (el papá y la hermanita de Andres) e Ivan, Barbara e Ivanna (la sobrinita más linda).
Y para cerrar con broche de oro, anoche Juan Pablo (mi hermano) me llamó para decirme que viene a visitarnos en noviembre con Jero (mi cuñada) y Santiago y Samuel (mis sobrinos)… Mi mamá también vendrá (si Dios quiere) y en Navidad tendremos a Lelito (mi Papá), Jacqueline y Claudia aquí con nosotros!!!
Vivir lejos es difícil por no tener la familia cerca, pero este recuento que acabo de hacer solo muestra que para nosotros ciertamente en este tiempo no ha sido tan difícil!!!
Lo más importante para mi y para Andres es la oportunidad que estas visitas brindan de que los Pirulingos tengan la familia cerca y la vivan lo más posible… Lo más importante es que sean parte activa de sus vidas y aunque nos visiten, a veces es difícil mantenerlos vivos en la memoria porque son muchos y porque pasa mucho tiempo para sus pequeñas memorias entre visita y visita.
Nuestra nevera poco a poco se ha vestido para la ocasión con fotos de nuestros papás, hermanos y sobrinos (abuelos, tíos y primos de los Pirulingos) y cuando los chiquitines me acompañan mientras cocino repasamos las caras y los nombres de la familia más cercana…
Para mantenerlos siempre el en “top of mind”.
Y entonces un día encontré un libro llamado “el libro de los nombres y las caras» que además puede ser personalizado con fotos propias y los nombres correspondientes…
Y lo hicimos y quedó bello y está en la mesa de noche y lo leemos muy frecuentemente para que esos nombres y esas caras se graben en las cabecitas de los Pirulingos y cuando vengan a visitarnos o vayamos nosotros de visita se minimice ese tiempo introductorio de acostumbrarse y/o recordarse hasta entrar en confianza y disfrutar los interminables consentimientos…
Otros acuden a Skype, pero la tecnología a veces no nos acompaña o los horarios no coinciden y no logramos que sea tan cotidiano como nuestro libro!