Por muchos años sufrí del Síndrome de Fotos Ausentes (SFA), que no es más que la patología de tomar fotos, editarlas, tener bellísimos recuerdos de momentos cotidianos y especiales plasmados en imágenes que no salen del celular o la computadora.
Claro, existen atenuantes como podría ser este blog donde los recuerdos se guardan y son muy especiales porque tienen muchas palabras, historias y anécdotas que los acompañan… Existe mi cuenta de instagram donde también quedan plasmados esos momentos especiales, los cotidianos y los extraordinarios… pero para acceder a ambos, hay que prender un aparato electrónico…
Mi falla estaba claramente en el mundo analógico, en las fotos impresas… Mas allá de mi colección de chatbooks (que son unos libros pequeños de fotos que funcionan por subscripción directa de mi instagram y cada 60 fotos se imprimen y me llegan a la casa) no había fotos impresas en mi casa, en las paredes… incluso casi ningún portarretrato.
Hace años había decidido poner una repisa a lo largo de toda una pared de mi cuarto y llenarla con marcos de fotos de familia. La idea estaba clara, sabía cómo la quería y decorativamente resolvía el problema de la pared que se ve entrando al cuarto que me volvía loca que se viera tan simple y tan vacía. Pero no lo había hecho, lo fui dejando y tuvo que llegar esta cuarentena y este encierro para que finalmente me sentara a definir tamaños de cuadros, para que buscara y eligiera las fotos (lo más difícil), para encontrar la manera de imprimir los tamaños extraños de los marcos elegidos y para que finalmente ensamblara lo que ahora es uno de mis rincones favoritos en mi casa!
AME EL RESULTADO mucho más de lo que sabía que me iba a gustar!
Me encanta por cómo se ve, cómo llena el espacio. Me encanta la disposición que logramos entre diferentes tamaños de marcos, me fascina entrar a mi cuarto y toparme de frente con los momentos tan felices plasmados en esos cuadros y me gusta mucho la calidez que le da a la decoración con la mezcla entre fotos y matas (en este caso artificiales).
Entonces hoy vengo a mostrarles mi linda pared de fotos y a contarles cómo lo hice porsiacaso a alguien le sirve valerse de mi experiencia para hacer algo así.
- Primero elegí la repisa, es una repisa poco profunda o picture ledge. Yo compré la de Ikea (Mosslanda)que tiene dos tamaños y logré una combinación que cuadraba casi exactamente con el total del largo de la pared.
- Elegí los marcos, también todos de Ikea. Sabía que quería una combinación de tamaños y alturas y me encantan los marcos que son profundos. En este caso combiné marcos en blanco y negro pero podría funcionar mas variedad de marcos y verse igual super lindo.
- Me senté a revisar archivos de fotos y pasé horas eligiendo. Después de seleccionar las fotos diseñe la distribución combinando algunas que abarcaran la totalidad del marco, y otras que se viera el paspartú.
- Mandé a imprimir las fotos en una página web llamada Persnickety Prints en la que imprimen los tamaños de los marcos de Ikea que son diferentes a los tamaños regulares. No tenía referencia de esa página más que mi investigación por lo tamaños pero me gustó mucho el resultado de calidad de las fotos, lo fácil de usar la web y las diferentes opciones de impresión, por eso se las recomiendo.
- Completé la repisa con algunas plantas artificiales y materias para darle más calidez y dinamismo.
- Me senté por horas a admirar el resultado. Ha pasado como un mes y me encanta, tanto que quiero hacer algo similar en otra pared en un lugar más visible, porque lo único malo de ésta es que está en nuestro cuarto y tiene poca visibilidad al público 🙂
Y como el orden llama al orden, la decoración llama a la decoración, y montar esta pared fue el empujó necesario para completar la decoración del cuarto y acomodar la otras esquina abandonada, con un espejo, otra repisa con adornos y una planta y ahora toda la vibra del cuarto es totalmente diferente y se ve más lindo y se siente muchísimo más acogedor!