Esta entrada fue escrita en colaboración con Chuck E. Cheese’s, pero todas las opiniones son propias y están basadas en mi experiencia y la de mis hijos.
No sé ustedes, pero a mí me encantan estas primeras semanas de inicio de clases. Comenzamos a tener de nuevo una rutina y aunque nos cueste un poco agarrar el ritmo de las mañanas, son todavía días flojos sin muchas actividades, tareas o responsabilidades después de clases. Al menos así lo es todavía en mi casa con Pirulingos comenzando 3ero y 4to grado. En unas semanas estaremos con los días llenos de cosas y no quedará tiempo para nada.
Así que aprovechando el inicio a clases y la reinauguración del Chuck E. Cheese de Sugarland (2303 Town Center Dr. Sugarland, TX 77478) decidimos pasar una tarde especial después del primer día de clases. Nos fuimos, mis Pirulingos y yo, a jugar y pasarla bien para augurar un excelente año escolar y despedir con mucha diversión nuestras vacaciones.
Chuck E. Cheese es lo máximo para los niños: juegos, diversión, maquinitas, música, baile, tickets y premios. Y ahora es aun mejor plan para toda la familia con tiendas remodeladas como la de Sugarland que conocimos la semana pasada: diseño interior moderno con atmósfera de restaurant, una cocina abierta con pizzas riquísimas hechas al momento, mejor iluminación y pista de baile con luces, kioscos con opción de juego ilimitado (por un tiempo determinado) que se puede pausar fácilmente. Todo esto hace que la experiencia sea mas agradable y uno se sienta mejor estando allí.
Pero lo que realmente me engancha de llevar a los Pirulingos es el juego y la oportunidad de compartirlo entre ellos.
Porque de alguna manera este lugar con todas sus maquinitas resulta el momento perfecto para que Ashio y Eugenia jueguen hockey mientras Cristobal les hace barra, resulta perfecto competir en una carrera de carros o enseñar a su hermanito a lanzar pelotas de basquet.
A pesar de la diferencia de edad entre ellos no importa meterse un poco apretados en los juegos más infantiles para compartirlos con Cristobal o cargarlo para que alcance alguno que le quede grande. Los 3 con la misma emoción recolectaron tickets, los metieron en la máquina que se los traga (que les encanta como si fuera una atracción más) y eligieron juntos premios para todos los gustos. Y como extra a todo esto, ir a Chuck E. Cheese resulta la excusa perfecta para yo también perderme en el juego con ellos como si fuera de nuevo una niña en un Arcade.
Por eso el nuevo Chuck E. Cheese de Sugarland me parece un plan ideal para después del colegio, cuando no habrá tanta gente como en un fin de semana pero sí habrá todas las ganas de jugar y divertirse en familia!
This is a sponsored conversation written by me on behalf of Chuck E. Cheese’s. The opinions and text are all mine.