Hace unas semanas fuimos a ver la película Boss Baby y debo decir que me encantó. Digo me porque, aunque a los Pirulingos también les gustó mucho, como que fui yo la que salí más emocionada de la sala… de verdad me reí muchísimo… esa mezcla de reírme por tener un bebé en casa e identificarme con muchas situaciones, de la trama rebuscada y a la vez tan básica llena de chistes para los pequeños pero también guiños especiales para los adultos que entendemos cosas que a los niños se les escapan.
Al día siguiente disfracé a Cristobal de Boss Baby porque ya ustedes saben de sobra lo que me gusta y entretiene disfrazar a mis Pirulingos, y regresando del cine me di cuenta que tenía en casa todo lo necesario para recrear el disfraz.
Aquí les dejo a Cristobal y 5 razones por las que él es todo un Boss Baby:
1.- Habla todo el día… me llama, nombra cosas y grita SHI!!!! cuando le pregunto si quiere algo y en general pasa todo el día balbuceando un idioma propio muy complejo y surtido que a veces pareciera que fuesen conversaciones reales.
2.- No camina, pero todo indica que está listo y a veces pareciera que se las está dando del que no sabe pero en realidad lo sabe hacer perfectamente y nos tiene vacilados.
3.- Se teletransporta con su chupón: ni Ashio ni Eugenia usaron chupón y nada me dio más risa de la película que el medio de teletrasportación fuese el chupón porque es realmente increíble el efecto tranquilizador cuando ese aparato entra en su boca.
4.- Tiene esa mirada pícara que invita a Andres Ignacio y a Eugenia a encompincharse… a la complicidad entre ellos y «contra nosotros»… Y es capaz de manejarlos con sus risas y sus muecas que caen los dos derretidos a sus pies.
5.- Al final, lo más lindo de la película es la lección sobre los hermanos, lo maravillosa de esa relación y lo únicas y especiales que resultan las interacciones entre hermanos. Y Cristobal le ha regalado a Ashio y Eugenia una visión totalmente distinta de lo que es ser hermanos, los hizo realmente hermanos mayores… y a Andres y a mi nos ha regalado el espectáculo de ver sus relaciones formarse frente a nuestros ojos y es de lo más lindo que tiene ser sus papás.