En esta familia nos encanta viajar por carretera, montarnos en nuestro carro, cargar la maleta y salir a explorar viendo paisajes y sin planes tan delimitados.
Se los contaba la semana pasada con nuestras meriendas de camino y es que encontramos que viajar en carro tiene un encanto especial que hace del viaje parte de la aventura de conocer nuevos lugares.
Cada año tratamos de hacer al menos un Roadtrip, algunos son más largos, como la vez que nos fuimos 18 horas al norte al bautizo de mi sobrina en Colorado, y otro son más cortos como este que hicimos por las vacaciones de Thanksgiving entre Austin y Fredericksburg.
Del itinerario del vaje y los lugares preciosos que conocimos les cuento más adelante, hoy les quiero hablar del viaje en carro, de hacerlo con niños y no morir en el intento, porque mucha gente me pregunta o me comenta sobre los viajes, que si los Pirulingos no se aburren, que los niños no aguantan, etc y yo la verdad lo encuentro más práctico y divertido que viajar en avión y de tanto hacerlo hemos aprendido un montón y por eso hoy les quiero contar 5 consejos, como siempre desde nuestra experiencia, para viajar con niños en carro.
1.- Equípate: lleva lo necesario (sin volverte loco) pero contempla merienda, bebidas, algún juego, colores, ipad o dvd portátil. Luego administra esos recursos y no los uses todos a la vez para que así merendar sea un acontecimiento y luego jugar un rato o ver una película.
Digo esto y luego aclaro que la magia de viajar en carro implica disfrutar los paisajes y ver hacia afuera sin hacer más nada, y eso también se enseña, así que aunque tengamos juegos y distracciones para los pequeños, no está mal que a ratos no haya nada qué hacer sino percibir el entorno… oír música y ver hacia afuera es parte del encanto.
2.- Prepara a tus hijos: Días antes del viaje hablen del recorrido, enséñaselo en el mapa y comenten sobre el destino que les espera. Si es un viaje largo explícales que así será. Es manejo de expectativas para que ellos sepan lo que viene. Esto es importante en la ida pero lo es aún más en el regreso cuando ya no existe la emoción del viaje o el destino por delante.
Algo que hacemos nosotros es que como muchas veces queremos salir tempranito en la mañana (y salir es la actividad que más tiempo toma en esta casa), acostamos a los Pirulingos a dormir con una ropa cómoda para el camino y así los podemos montar en el carro incluso sin despertarlos y que se vayan espabilando solos. A ellos les parece fantástico eso de acostarse «con ropa» solo porque nos vamos de viaje al día siguiente.
3.- Hazlo divertido: Coméntales el camino, háblales de lo que ven. Elijan música que les guste a cada uno, juega veo veo o adivinanzas. Intenten adivinar cuánto tiempo les tomará llegar a la próxima parada o cuenten los carros de cada color. Hay mil maneras de divertirse en el carro y convertirlo en tiempo de calidad en familia: las historias y la música siempre son grandes aliadas.
4.- .- Aterriza tus expectativas: Con esto me refiero al tiempo que durará el viaje. Calcula el trayecto de manera holgada para que no te frustren los imprevistos (que siempre los hay). Paradas para amamantar a Cristobal, para ir al baño o incluso para limpiar el vómito de un niño mareado son parte del proceso y hay que estar preparado para que no nos arruinen el viaje.
5.- El camino es parte del viaje: y eso es lo que más me gusta de viajar en carro, que el tiempo lo determinamos nosotros, que no hay hora de embarque ni carreras para abordar. Que los paisajes están ahi para nosotros y podemos parar a disfrutarlos cada vez que queramos.
Si ves un lugar bonito en el camino para y disfrútalo. Si tienes que hacer una parada «para estirar las piernas» aprovecha de hacerla en un lugar del camino que valga la pena igualmente conocer. En vez de pararte a comer comida rápida en la carretera, revisa y para en algún restaurant típico del lugar por el que pasas y así un pequeño pueblo puede ser parte de los mejores recuerdos de tu viaje.
Dentro de nuestros esenciales de roadtrip siempre está un morral para cada Pirulingo para que lleven ahi sus juguetes y recuerdos del viaje. Ellos los arman en casa (yo los inspecciono) y saben que deben dejar espacio para tesoros y sorpresas que acumularán en el viaje. En su morral Eugenia lleva a su amado Teddy, Ashio lleva su billetera en la que recolecta tarjetas de los lugares que visitamos, ambos llevan cuentos para leer y luego completan con otras cosas variadas que solo ellos saben para qué juegos les servirán.
Llevar sus morrales estimula que tengan control sobre algo y cierta independencia para hacer el viaje suyo y esos morrales son lo primero que bajan del carro cada vez que nos paramos.
Al regresar a casa siempre vienen más pesados, porque llegan llenos de recuerdos de los lindos viajes que hemos hecho juntos.
Estos tan lindos que llevaron esta vez son nuevos y rápidamente se convirtieron en favoritos. Los diseñó Matthew Langille (esposo de una de mis mejores amigas) y además de tener un diseño y colores bellísimos, tienen unos pequeños personajes, Zip and Zoe, que son parte de la aventura. Tienen un llavero que guinda con los muñequitos y a los Pirulingos les gustaron tanto que hasta dijeron que el próximo Halloween se quieren disfrazar de ellos.
Los morrales los consiguen aquí y tienen diferentes diseños y tamaños (hay uno pequeñito como para Cristobal!) y unas loncheras igual de lindas que vienen con un cool pack para mantener fresca la comida!
Nos encantan y por eso se los super recomendamos. Y por eso también queremos sortear uno!
El sorteo lo haremos en Instagram así que pasen por allá para que participen!
