Hoy vuelve Vane Da Mata con su toque mágico a compartirnos la fiesta que le hizo a su hija Emma y todo me encanta: la sencillez, la delicadeza y ese cuido de cada detalle aunque sea una fiesta con pocas personas. Y sin más preámbulo, los dejo con ella que les cuente de esta fiesta tan linda!
Hace unas semanas Emma cumplió sus cuatro años y desde unos meses antes mi cabeza estaba dando vueltas sobre qué le íbamos a organizar para celebrarlo. Una de las primeras cosas que escogí fue la locación ya que durante todo este año hemos estado visitando una posada en la Colonia Tovar que a Emma le encanta y la llama “mi casita de la montaña”, por lo tanto me pareció el lugar perfecto.
Luego me quedaba escoger el tema y debo decir que esto fue lo más difícil ya que unos días Emma quería de Peppa, otro día de dinosaurios, otro de Mickey, otro de superhéroes y un día hasta llegó a decirme que quería hacerlo de Winnie Pooh y dinosaurios –se podrán imaginar mi cara. Pero todo esto terminó el dia que vimos la película Zootopia y apenas se acabó la peli me dijo: de esto quiero hacer mi cumpleaños y la verdad yo pensé “¡Perfecto!”.
Decidí que haría todo campestre, no me preocuparía por alquilar mesas, sillas o toldo ya que el ambiente se prestaba para hacerlo más informal. Así que me concentré inicialmente en el espacio para los niños, primero quería tener una mesa donde ellos pudieran pintar, comer y divertirse.
Cerca de la posada había un lugar que hacían souvenirs a base de madera y troncos y el chico encargado de la tienda fue muy amable al cortarme los troncos que posteriormente servirían como bancos para los niños. Igualmente diseñé individuales con diferentes animales donde los niños podrían dibujar y colorear, conseguí también unos colores hechos de troncos y envolví en tela unas máscaras de animales que hice para los pequeños invitados y que además de eso venían con sus respectivas colas. Todo esto conformaría la decoración para la mesa.
En la parte frontal de la casa le instalé a Emma un teepee con algunos juguetes y también coloqué algunas mantas para que quienes quisieran pudiesen relajarse en el jardín. En cuanto a la comida quise que fuera todo lo que Emma disfruta comer –¡las donas no podían faltar!- y que también fuera fácil para mi de realizar y repartir. Una de las cosas que más me gustó, fue servir un caldo de pollo en estos vasos de conejo que conseguí y que al final de la tarde cayó como anillo al dedo.
Al final mi esposo y yo nos pusimos unas máscaras de animales también y llegamos con la torta a la mesa para cantarle cumpleaños a mi nena. La tarde fue justo como la planeé, relajada, llena de detalles, súper familiar y divertida para mi cumpleañera.
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