El lugar del que vengo a escribir hoy, poco a poco se ha convertido en uno de mis favoritos de Houston. Es un museo rodeado de jardines, corredores y calles llenas de árboles. Es de entrada libre y con exhibiciones que cambian y se renuevan todo el tiempo. Una casa blanca, abierta y espaciosa, con grandes ventanales y patios internos llenos de verde. Un lugar para ir a apreciar el arte o solo pasear, recorrer y seguir.
Hablo del Menil Collection, un museo fundado por una pareja de franceses que llegaron a Estados Unidos en tiempos de guerra. Unos enamorados del arte que abrieron este museo para hacerlo accesible a todos. Un espacio con piezas de diferentes estilos y épocas, pero sobre todo un pequeño retiro en la ciudad que provoca visitar así sea con los niños para terminar haciendo picnic en los jardines que lo rodean.
Y así fue la primera vez que fuimos. Mi amiga Rosana, experta en arte fue la de la idea. La excusa de la visita era un concierto de música de cámara en los jardines, que resultó ser uno dentro del museo… Fuimos varias familias de amigos y no nos atrevimos a meter a todos los niños a escuchar el concierto pretendiendo que mantuvieran el comportamiento adecuado… Así que terminamos haciendo picnic, jugando pelota y corriendo por el resto de la tarde… pasando un rato delicioso.
Pero hemos vuelto a explorar las galerías, hemos comido en el Bistró Menil que está en la entrada del complejo y que resulta un complemento perfecto al plan de museo: comida rica y ambiente acogedor! Y cada vez que alguien nos visita lo llevamos porque consideramos este espacio una joya de esta ciudad.
Por eso hoy se los recomiendo, vale muchísimo la pena!