Por: Claudia Graterol
A veces les gusta pero no les provoca
La entrada de hoy la debería llamar “Toma tu Tomate” porque hay días en que las cosas no salen como lo soñamos. Les cuento que me llegaron unos tomates hermosos en mi caja que recibo todas las semanas de la granja. Como estamos en temporada de tomates pues llegaron bastantes y decidí hacerlos rellenos con un guiso de pavo, plato que me permite colocar vegetales.
Este plato lo empecé a preparar aquí en Florida, porque los tomates de florida son muy ricos y de buena calidad. En esta época se consiguen grandes y gorditos, ideales para rellenar. En Venezuela hacía este plato también con pimentones cuando no se conseguían tomates grandes. Además, cuando preparo éste plato aprovecho de utilizar los vegetales que tenga en la nevera e incorporo lo más que pueda para el guiso.
Así que cociné en la mañana temprano mi guiso y dejé los tomates listos, sin llevar al horno. Como era fin de semana las horas en que hacemos las comidas no son tan exactas. En eso, unos amigos nos invitaron a un parque y decidimos salir de casa cerca de las 2 PM, aún sin almorzar. Luego de unas 3 horas de parque nos regresamos a casa con los amigos. Yo muy tranquila porque tenía mis tomates en la nevera y alcanzarían para todos, solo tenía que cocinar un arroz y meter los tomates al horno.
Todos veníamos con mucha hambre pero mi sorpresa se presentó al momento de servir cuando mis hijos se negaron a comer sus tomates. Es un plato que he hecho con frecuencia en casa y por el que nunca habían protestado. Fue uno de esos momentos en los que sentí que tanto educar esos paladares no me había llevado a ningún sitio. Sin embargo, luego analicé con calma, ya con mi tomate en la barriga y con menos hambre, que no siempre deseamos comer lo que nos sirven y aunque logré negociar un poco de arroz con el relleno del tomate y un extra de queso, me di cuenta que sencillamente ese día esa comida no les provocaba.
Por el contrario mis invitados, que nunca habían comido mis tomates, no se unieron a la protesta de mis hijos, se comieron todos su tomate mezclado con arroz y de paso les pareció divino!
Ingredientes:
- Tomates grandes.
- Pavo molido.
- Cebolla y ajo.
- Champiñones, cebollín, zanahoria (o los vegetales que se tengan en casa).
- Orégano fresco.
- Sal al gusto.
- Queso mozzarella / Queso parmesano.
>> Lo primero que hago es preparar los tomates quitándoles la parte superior y haciendo un hueco donde posteriormente y con la ayuda de una cucharita iré sacando la pulpa del tomate.
>> Luego hago un guiso comenzando con un sofrito de cebolla y ajo al que le incorporo la carne, en este caso, carne molida de pavo.
>> Dejo que se cocine y suelte el agua, cuando ese líquido está evaporado, entonces incorporo los vegetales: champiñones, cebollín, zanahoria y la pulpa de los tomates que saqué previamente con una cucharita y que corto más pequeña para que todo quede uniforme.
>> Llevo todo eso al sartén junto con la carne, condimento con un poco de sal y hojas de orégano seco o fresco. ¡Tomate y orégano es un matrimonio que nos encanta!
>> Una vez está listo, relleno los tomates con el guiso y cubro con queso mozzarella y parmesano.
>> Llevo al horno a 350 grados hasta que estén gratinados y el tomate un poco arrugado en su concha, aproximadamente 30 minutos.
Es un plato es muy práctico de preparar porque se puede hacer con anticipación y solo llevar al horno cuando se va a servir. Incluso se puede congelar y hornear al momento de servirse.
Ya saben, si lo preparan me cuentan.
¡Buen provecho!
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Muy interesante tu receta y sobre todo me encanta la presentación. Para explicar como se hace, con fotos y todo. Muy buena. Claudia, éxitos con Educando Paladares. Mildreth