Por: Claudia Graterol.
Hoy quiero hablarles de los granos. Por alguna razón siento que son complicados de preparar y los preparo muy poco en casa. Sin embargo, creo que son muy importantes para una dieta variada. Me pasa, que cuando vamos a una casa donde hay granos mis hijos no los quieren comer porque no están familiarizados con ellos. Cuando insisto, se los terminan comiendo con muchas ganas porque se ve que les gustan pero ante la poca frecuencia, siempre ponen resistencia.
Con esta inquietud me he propuesto prepararles más granos, confieso que no con la frecuencia que quisiera, pues todavía siento que son laboriosos, pero en mi intentar, llegué a esta receta que ha resultado un éxito y de esta manera hemos ganado la batalla a los garbanzos que ahora les encantan a mi gentecita y se han convertido en mi primera victoria en el terreno de los granos. Además, han resultado muy prácticos porque los hago de una forma que puedo ir cambiando en otras versiones solo ajustando algunas cosas. A continuación les cuento:
Ingredientes:
- 1 paquete de garbanzos.
- Aceite de oliva.
- Sal marina.
- Especies en polvo de tu preferencia. (ajo en polvo, páprika, orégano, curry)
>> Lo primera que hago es poner en remojo los garbanzos. Los ablando toda una noche colocando agua que los cubra completamente y los sobrepase pues ellos se van hidratando. Es importante colocarlos en un bowl grande de manera que al hidratarse todavía queden en agua dentro del bowl.
>> A la mañana siguiente los escurro y boto el agua donde los remojé y en una olla los pongo a hervir con agua nueva.
>> Los cocino hasta que queden “al dente”, es decir no tan aguados, justo antes de que empiecen a botar la cáscara que los recubre. Luego los escurro, dejo enfriar y guardo en la nevera.
Es así como dejo lista la base de lo que prepararé más adelante. Las dos formas favoritas en mi casa son:
1.- Separo una cantidad de los garbanzos y les coloco un poco aceite de oliva con sal marina, revuelvo bien que todos los garbanzos queden como barnizados con la preparación, listos para servir, bien sea, con arroz o solitos para incorporar a una ensalada.
Esta es una forma simple y sencilla de prepararlos, los he mandado en la lonchera como snack o complemento del almuerzo y han gustado mucho.
2.- Otra forma que hago y que es super versátil es aliñar con especies en polvo una ración de garbanzos. Utilizo, por ejemplo, ajo en polvo con perejil y sal. O un poco de curry, o páprika. En fin, de esas especias la que más les guste y esa mezcla la pongo en los garbanzo junto con un chorrito de aceite de oliva, hasta que queden todos bien aliñados. Luego los extiendo en una bandeja y los coloco en el horno, en la modalidad de tostar, moviéndolos un poco cada cierto tiempo, hasta que estén crujientes ( una media hora aproximadamente).
Los dejo enfriar y coloco en un bowl como si fueran maní. Quedan tostaditos y dependiendo de la especie, con mucho sabor. Esta versión la hago en el horno pequeño que tiene dos bandejas no muy grandes y así puedo hacer sabores diferentes. También utilizo esta versión en ensaladas para darles un crunch y como topping en una crema de verduras. Pero la versión que más gusta a mis hijos es la que parece maní.
Te recomiendo que los aliñes con los sabores que más les gusten en casa.
3.- Una tercera alternativa, es hacer un sofrito tipo base para un guiso y saltear en eso a los garbanzos.
Lo bueno es que un paquete rinde muchísimo y al hacerlos neutros puedes dividir para diferentes versiones bien sea de acompañante, de principal o de merienda, y servirlos en el transcurso de la semana.
Pruébenlo, esta receta no los va a defraudar… y si la preparan, me cuentan.
¡Buen Provecho!
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