Por: Claudia Graterol
Ofrecer incluso lo que no me gusta tanto
Cada vez que me preguntan “¿como haces para que tus hijos coman esto o aquello?”, vuelve a mi cabeza la frase “ellos comen lo que sus padres comen”, lo que ven en sus casas y lo que se les hace familiar. Esto nos da un llamado a cuidar lo que comemos, a esforzarnos más en lo que preparamos y cuidar con ojo más crítico lo que consumimos. Pero también es un llamado a seguir educando nuestros paladares para que ellos imiten lo que ven y se vuelva familiar lo que tal vez no lo era antes.
Este año me he propuesto mejorar con algunas cosas que en lo particular no me gustan pero que no quiero dejar de ofrecerles a mis hijos simplemente porque a mi no me gustan. Uno de las cosas que consumo poco es el huevo, no me desagrada pero no es mi comida favorita. Por lo general lo utilizo como ingrediente en platos más elaborados pero no en sí mismo.
Finalmente una mañana con mi comadre de visita en casa, apurada por salir con los 4 niñitos, me propuso hacerles un «huevito» para desayunar. Yo sabía que no era una solución rápida pues me tomaría tiempo de negociar ya que mis hijos no estaban acostumbrados a comerlo, pero ella propuso hacerlo en forma de breakfast taco y desde entonces ¡ha sido receta repetida en casa! por eso la comparto con uds. En nuestro caso fue la solución para combinar algo que nos encanta como lo son las tortillas de maíz, con algo que no nos gusta mucho.
Además sé que mi caso no necesariamente es el más común y el huevo es un ingrediente principal en desayunos y cenas y esta es una versión diferente de presentarlo. También sé que a veces repetimos las mismas opciones de desayuno o cena e incorporar algo sencillo, rico y nutritivo es fundamental para variar el paisaje de las comidas de nuestros hijos.
Taco de huevo:
En un bowl se bate el huevo con un poco de sal y un chorrito de leche para que quede más esponjoso.
Se vierte la mezcla en un sartén antiadherente caliente con un poco de aceite. Me gusta que no quede tan seco así que cuando lo muevo y ya casi esta listo apago el fuego para que no se cocine demasiado.
Cuando está listo rocío un poco de queso rallado. Por lo general utilizo quesos que derriten fácilmente, como mozzarella, monterrey jack o gouda.
En una plancha caliente sin nada coloco la tortilla vuelta y vuelta, no la dejo mucho tiempo, es solo para calentar. Si se deja mucho tiempo se tuesta y no se puede doblar con facilidad.
Coloco en el centro de la tortilla una línea de huevo revuelto y de ser necesario coloco un poco más de queso por encima, luego doblo los dos lados hacia el centro hasta tener un tabaquito.
Se pueden utilizar tortillas de maíz o de trigo y se podría agregar otras cosas al taco como jamón, tomate o aguacate. Depende de los gustos y lo que esté disponible en la nevera!
Dip o Salsa: lo acompañamos con un poco de crema agria o con alguna nata ¡para hacerlo más divertido!
Es muy fácil de comer y sencillo de preparar. Funciona como desayuno o como cena.
Pd: más recetas de Educando Paladares aquí.
