Ya pasaron los primeros días del año y parece que el tiempo se hubiese detenido después de la cuenta regresiva que anunció la llegada del nuevo año: abrazos, besos, deseos, champaña… y de repente una vorágine de sueño, trasnocho, viaje de regreso y acomodar la casa para llegar a este momento en el que decido poner en firme y claro toda la nostalgia del año que se fue y todo el propósito que acompaña a este nuevo que apenas comienza.
Porque por más que las listas de propósitos se queden a medias, soy de las que el nuevo ciclo les da ganas de soñar, soy de las que siente que el año nuevo siempre viene cargado de la ilusión de la página en blanco… Eso que leí en estos días en alguna cuenta de facebook o instagram que el año nuevo no es más que 365 posibilidades, es un regalo. Soy de las que escribe para que las cosas se materialicen, porque los pensamientos vienen y van pero muchas veces se olvidan, pero las palabras escritas tienen la fuerza de la permanencia y esa permanencia es la que aumenta su impacto y le da vida a ese propósito.
Este año quiero escribir más y mejor, quiero que la necesidad de crear frases bonitas o de contar historias no me abandone, quiero que sea necesario estar aquí. Este año quiero ver crecer este blog, quiero hacer con él muchas cosas para llegar a más personas, quiero que siga siendo mi válvula de escape, mi bitácora de vuelo, mi diario y mi memoria.
Este año quiero conocer mejor mi ciudad, explorar, salir, buscar nuevos lugares, pasear más parques, encontrar nuevos columpios, jugar más con mis Pirulingos… pero también quiero disfrutar mi casa, inventar juegos en mi jardín y saborear la comida que sale de mi cocina.
Este año quiero leer, quiero volver a perderme en el placer de encontrar las palabras bonitas de otros a ver si se quedan conmigo. Porque cuando leo escribo mejor, porque cuando leo mi mente vuela más alto y puedo soñar despierta.
Este año quiero dejar de lado mi teléfono. Quiero disfrutar más de la compañía de mi familia y amigos y menos de la pantalla de mi celular. Quiero hacer más llamadas y menos mensajes de texto, quiero disfrutar de la tecnología sin que eso signifique disminuir mi presencia!
Este año quiero ir a Venezuela, volver a la tierra que tanta falta me hace. Quiero ver a mis hijos compartiendo con sus primos, quiero almuerzos con amigos, quiero historias con mamama, quiero sobremesas de familia con sazón venezolana.
Este año quiero tomar mejores fotos, quiero aprender nuevos idiomas o practicar los que están adormecidos, quiero cantar más canciones, aprender a tocar alguna en la guitarra y bailar sin pretexto una tarde cualquiera antes de preparar la cena.
Este año quiero estar más cerca de Dios: rezar y agradecer y repetir todos los días porque las bendiciones son tantas que no las puedo contar y sé que todo es gracias a EL!
Este año quiero cuidarme, hacer más ejercicio, cocinar más y mejor. Quiero ponerme crema todas las mañanas y quitarme el maquillaje en las noches antes de dormir. Pero también quiero andar sencilla y despeinada cuando la ocasión lo amerite.
Este año quiero crear momentos y preservarlos: en mi cabeza, con una foto, un video o una entrada de este blog; pero sobre todo quiero vivirlos y no perder de vista su importancia…. Recordar que la vida de todos los días, la que no parece extraordinaria es la que construye la felicidad, la que llena el alma. Saber que son esos momentos sencillos y cotidianos los que voy a añorar luego y me llenarán de nostalgia cuando comience un nuevo año…
Son esos los que construirán mi 2015.
Feliz Año para todos!
[…] año comenzó con un manifiesto lleno de propósitos para comenzar el año, pero más que cosas puntuales era un manifiesto de la […]