Yo crecí escuchando a mi mamá decir y repetir que quería que fuera unida con mis hermanos. Somos 5, yo la última y única niña. En mi infancia aquello de ser unida a mis hermanos a veces era difícil de digerir: qué significa ser unidos? que nos gusten las mismas cosas? que quieran jugar conmigo muñecas? no pelear… querernos?
No! Nada tienen que ver los gustos con la unión, no logré que jugaran conmigo muñecas, el amor es incluso mucho más grande y no pelear entre hermanos es científicamente imposible.
Hoy en día entiendo ese afán y deseo de mi mamá por sabernos unidos: unidos queriéndonos, unidos acompañándonos, apoyándonos. Unidos compartiendo vivencias, buscando momentos de estar juntos, disfrutándolos. Unidos solidarios, comprensivos, generosos. Hoy en día sé lo que significa ser unida con mis hermanos, pero sobre todo lo disfruto y agradezco que esa unión haya sido fomentada incesantemente en mi casa.
Y es de esas cosas que sabes que quieres fomentar en tus hijos incluso antes de tenerlos. Y cuando los tienes el sentido de ese propósito es inmensamente mayor desde que los ves interactuar tímidamente, inocentemente, tiernamente, intensamente!
Mis Pirulingos a sus 5 y 3-1/2 años son unidos como lo pueden ser unos niños de sus edades: disfrutan el tiempo juntos, juegan y juegan y vuelven a jugar, comparten, pelean, se ponen bravos, se acusan… pero siempre vuelven a un acuerdo a su medida, uno que les va bien y les funciona.
Andres Ignacio y Eugenia se llevan bien, se quieren, se entienden… se encompinchan y se disfrutan, se ríen y se sacan de quicio, se ríen y lloran pero sin duda han construido un lenguaje suyo que sólo espero que siga creciendo.
Hoy quiero compartir 5 cosas que considero han ayudado y fomentado esa unión entre mis Pirulingos:
1.- Diferencia de edad: se llevan 18 meses y eso ayuda. Las edades cercanas propician intereses comunes, desde muy pequeños se prestó la interacción y el juego porque transitaban casi paralelamente por algunas etapas. También ayudan sus personalidades que de alguna manera se complementan muy bien, la dulzura de Ashio y la complacencia de Eugenia.
2.- Teamwork: muchas veces en vez de pedirles que compartan, les propongo que lo hagan juntos, que trabajen en equipo! Y funciona de maravilla porque significa ser parte de un grupo, significa aportar para conseguir algo y significa contar con la compañía de tu herman@ estando en el mismo equipo.
3.- Propiciar momentos para compartir: la mayoría de las veces la situación implica compartir porque solo hay un TV y deben ponerse de acuerdo en el programa que van a ver, o solo les prestamos un ipad para que los dos lo usen, o hacemos actividades en las que establecemos como regla el tomar turnos y así cada uno elige el cuento antes de dormir una noche sabiendo que la siguiente lo elegirá su herman@. Hay también momentos para la individualidad, pero propiciar momentos de unión es lo que permite que vayan practicando cómo hacerlo cada vez mejor.
4.- Generar complicidad: bañarlos juntos y hacer de ese momento una fiesta o compartir el cuarto y que sepan que si llegan a tener miedos nocturnos o necesitan compañía se tienen el uno al otro es algo que siento ayuda mucho. A veces damos por sentado que nuestros hijos entienden y valoran la presencia del otro, pero no siempre es así y si lo decimos, lo explicamos y además generamos momentos en los que se ponga en evidencia, será mucho más palpable para ellos.
Un ejemplo sencillo de esto que hablo ha sido la manera de sentarlos en el carro: sería más cómodo para mí que cada uno se sentara en su silla pegado a una puerta para así sentarlos, amarrarlos y bajarlos de manera más cómoda; sin embargo siempre han estado las dos sillas pegadas y aunque signifique estacionarme después de buscar a Andres Ignacio al colegio y tener que bajarme del carro para abrochar su cinturón (porque el espacio entre las sillas impide que él lo haga solo), el tiempo que pasan juntos y cerca en el carro incita al juego a la interacción y a esa complicidad de la que hablo.
5.- Dejarlos resolver las cosas en sus términos: esto significa respirar profundo cuando escucho un quejido, un grito o el llanto de alguno. Significa contestar desde donde estoy sin siempre correr a su encuentro e intervenir. Significa creer en su capacidad de encontrar maneras de resolver sus diferencias, dejarlos explorar reglas que les resulten, permitir que se disgusten y saber que sólo así aprenderán a encontrar el camino para reconciliarse.
No siempre es fácil, no siempre tendremos momentos de armonía y amor y la relación entre mis Pirulingos estoy segura que cambiará, evolucionará y pasará por diferentes etapas y matices que ni siquiera puedo predecir. Queda mucho qué transitar y sobre todo mucho qué aprender. Lo que sí me queda claro es que en este caso la intención cuenta y con la intención y las ganas de que suceda sólo me queda seguir buscando maneras de presentarles su relación de hermanos como una muy valiosa y sagrada, como un tesoro qué cuidar para disfrutar de esa riqueza por muchos años.
Pd: el año pasado hice un proyecto fotográfico para capturar la relación entre mis Pirulingos, lo llamé Imágenes y Letras
Pd2: las fotos de este post son de nuestro viaje a crater lake park, oregon!
Los míos también se llevan 18 meses y son niño y niña, me he visto súper reflejada en el post! Un besote, Carlota y Andrés Ignacio y Eugenia son preciosos
Gracias Raquel! es que no hay nada como ver florecer lindas relaciones de hermanos entre nuestros hijos! a mi me parece su diferencia de edad ideal… hay para todos los gustos pero a mi me encanta que sean tan pegados! Un abrazo y felicidades por la nueva imagen de tu blog!
Hola carlota,quisiera preguntarte inbox algo SOBRE hijos con Padres, Muchas gracias por su ATENCION
Hola Vanesa, escribeme a criandoando.blog@gmail.com y si puedo con mucho gusto te ayudo!
Te felicito por el post. Tengo 4 hijos y creo que no habra satisfaccion mas grande que verlos unidos. No es que quiera monopolizar el exito en un solo punto, pero seria muy agradable que asi fuera.
En mi casa materna, fuimos 2 hermanos, Mi padres murieron y mi hermana y yo no nos hablamos ni vemos. Es triste, peo c’est le vie!
Quiero, en lo que pueda, tratar de evitar esto. Y quiero usar esta maravillosa herramienta que es el internet para estudiar del tema. Hoy empiezo. Mis hijos son pequeños aun.
Hola Jose, ojalá así sea! espero que te ayuden estos consejos. Un abrazo