El regreso a clases parece que fuese cosa de un día, pero en realidad es un proceso que a nosotros nos toma mucho más… esa lenta adaptación de los días largos sin tanta rutina a otros en los que todo tiene su momento y en los que las mañanas deben transcurrir de manera sincronizada para llegar todos a tiempo.
Además, este año a diferencia del pasado, mis Pirulingos irán a colegios diferentes, lo que ha hecho del proceso de vuelta al colegio uno con diferentes etapas: comenzaron días distintos, Andres Ignacio lleva uniforme y Eugenia no, entran a horas diferentes… Hasta que el año que viene se reúnan de nuevo y vuelvan a ir juntos al mismo colegio.
La tristeza de estar separados no les duró mucho, pero el reencuentro cada tarde cuando Ashio se monta en el carro en el que ya está Eugenia, ha sido uno muy dulce que no me canso de presenciar!
No quiero repetirme diciendo que el inicio de las clases siempre tiene un toque agridulce…. No voy a negar que las horas que ellos están en el colegio me caen perfectas para hacer muchas cosas pendientes, escribir, desarrollar nuevos proyectos… Además no ha habido lágrimas sino alegría de ir al colegio, de estar con nuevos o viejos amigos y correr, y aprender a leer o estar en el salón grande, ese que antes era de Ashio y ahora Eugenia se emociona que le pertenezca. Ellos están evidentemente contentos, y yo no puedo sino sentirme igual…
Pero cuando llega Eugenia cantando canciones que no conozco, o Ashio diciendo palabras nuevas, vuelvo a tener la misma sensación de aprender a dejarlos ir… poco a poco…
Porque mis Pirulingos por mucho tiempo fueron casi exclusivamente míos (y de Andres) y nada sucedía que yo no entendiera o de lo que yo no fuese partícipe o espectadora… Y cada vez más, ese tiempo sin mí es uno en el que ellos aprenden, descubren, imaginan e inventan por sí solos… Y así debe ser pero es algo a lo que también debo continuar adaptándome.
Al final la mejor recompensa es la de sus caras de asombro cuando son ellos los que me enseñan algo a mi de sus rutinas, de su tiempo sin mí; y se les ve el orgullo en los ojos de saberse del otro lado y tenerme ahora de aprendiz!
Porque ellos no se han enterado que en realidad me están enseñando cosas desde el día que nacieron…
^^^ primer día de clases de Ashio. Nuevo colegio, nuevo uniforme y nueva cara de “Voy al colegio!!!”
^^^ Uniforme de los viernes que hay Misa y van de “gala”
^^^ Según él esta es su cara de “estoy emocionado”
^^^ Primer día de clases de Eugenia… ahora al salón que antes era de Ashio
^^^ No quería tomarse fotos sin Ashio!
^^^ Ellos en lo suyo y yo detrás de la cámara con el corazón acelerado.
[…] después del inicio de clases, una mañana tranquila en la casa mientras yo preparaba el desayuno, me encontré a Andres Ignacio […]