Para la cena de Thanksgiving invitamos a Joa, Yul y Jenny, y entre nuestros agradecimientos incluimos el tener buenos amigos como ellos en Houston que han hecho la adaptación más fácil.
Parte de la comida la encargamos (como el pavo), parte la preparamos y otra parte le agregamos de la Navidad venezolana. Joa y Jenny prepararon ensalada de gallina y pan de jamón que se unió de manera muy armónica a la comida típica.
Fue una reunión sencilla, pero igual aproveché para poner una mesa linda. Eso de tomar un tiempo de preparar y poner la mesa lo aprendí en mi casa muy pequeña, mi mamá así las ponía con mucho esmero así fuera para una comida entre semana y la verdad me quedó el gusto por hacerlo y luego sentarme a comer en una mesa, linda, cuidada y decorada con lo que esté disponible… en este caso: calabazas!
Luego unas velas y copas llenas de vino completaron el espíritu festivo.
Andres Ignacio ayudó a cortar el pavo, dimos gracias y comimos rico hasta estar llenos y seguir conversando sin pararnos de la mesa, bajando la comida mientras los Pirulingos bailaban y llamaban a nuestros invitados a bailar con ellos… Pero no querían que ni Andres ni yo partícipáramos del baile, nosotros nos quedamos sentados viendo porque al parecer ahora la adolescencia comienza a los 2 años y medio y desde esa edad da pena que los papás bailen con uno en las fiestas!
Lo que nos espera!!!
Fue un día de comida, conversa y agradecimiento… un día perfecto.
^^ escribí los nombres de cada invitado y cuando me tocó el mío pasé 5 minutos pensando qué poner. Carlota me sonaba muy serio, últimamente la manera de llamarme que más escucho es “mami” y mi sobrenombre “Toty” que siempre reinó ya no suena tanto en esta casa, aunque igual fue el ganador.
^^ Tanto esmerarme con la mesa para que me olvidara pasar el Pavo a una bandeja más bonita!!!
^^ todos!
^^ La tinga Tinga bailando con su gran amigo “Yui”
Ahora vamos por la Navidad!