La semana pasada escribir sobre la primera parte de nuestras vacaciones.
Aquí continuo con nuestro viaje…
Llegamos a la playa! Y qué playas!
Decidimos ir porque ciertamente nos las habían recomendado y nos sobraban ganas de pasar unos días de playa, sol y arena; pero lo que encontramos superó nuestras expectativas…
Arena blanca, aguas cristalinas, días soleados y un mar con suave oleaje para bañarse sin preocupaciones. Incluso llegamos a ver delfines saltando a lo lejos en una de las playas que fuimos.
Nos hospedamos en un hotel con acceso directo a la playa y así cada día después de desayunar sólo bastaba caminar unos metros para tener los pies en la arena…
Pasamos 4 días deliciosos, recolectamos conchitas de mar, hicimos castillos, cavamos huecos, saltamos olas, hicimos peleas con bolas de arena, nos enterramos, escribimos letras en la arena y simplemente disfrutamos al ritmo de las olas del mar…
Nos llenamos de vitamina del sol que nos quemó la piel y nos relajó el alma…
Para muestra mil fotos que son sólo una selección y que verlas ahora que escribo esto me recuerda lo bien que la pasamos, lo felices que fuimos y lo sencillo que a veces resulta disfrutar en familia…
Publicado el 24 de octubre de 2013