Les presento a Papota.
Antes conocido con Dr. Ivan Mendoza. Ahora ese nombre no le gusta tanto, prefiere que lo llamen Papota que viene con voces agudas de Pirulingos emocionados de tener el abuelito visitando.
Papota llega y no se separa de los Pirulingos, ni él los suelta, ni ellos lo dejan libre… a veces se esconden para estar juntos y solos en una complicidad que no acaba… prefieren que nadie interrumpa los juegos que juntos inventan.
Andres los ve y recuerda los juegos de cuando él era niño y revive con emoción esos tiempos renovados en esta segunda generación que es más dulce, porque los abuelos sólo deben consentir, ese es su oficio y Papota lo desempaña a la perfección.
Mis Pirulingos son muy afortunados de tener los abuelos que tienen, esta semana con Papota visitándonos fue una perfecta muestra de ello…
Nada como un abuelo consentidor!
Publicado el 22 de septiembre de 2013