Hace 93 años nació Papapa. Hoy sería su cumpleaños y no puedo sino extrañarlo. Extrañar la llamada que le haría y extrañar su bendición y sus palabras dulces para después pasarme a Mamama que es la que escucha los cuentos en detalle y después se los relataba para mantenerlo igualmente actualizado.

Y pensando en Papapa me acordé de una carpeta de escritos suyos: poesías, coplas, versos de todo tipo que hace un tiempo comencé a transcribir siempre pensando en conservar ese legado suyo y convetirlo en un libro que atesoremos por siempre.

Hoy que se celebraría su cumpleaños quiero publicar 2 pedacitos de un poema llamado “El Álbum de mi Vida” en el que se pasea a través de “Estampas” por toda su familia, desde sus padres, pasando por su esposa e hijos, hasta sus 11 nietos. Es precioso!

La primera vez lo escuché a él leerlo y desde la primera palabra me atrapó. Estábamos de vacaciones en Falcón, pasando un día delicioso en “El Solar de los Ñeños” y yo estaba descansando en un chinchorro cuando él se acercó a su inseparable maletín y sacó el texto… y lo leyó con el sentimienro del poeta que conoce las frases y el ritmo de su poesía y mi corazón se estrujó y decidió conservar esa memoria por siempre.

Y antes de regresar a Caracas le pedí ese tesoro para transcribirlo y hacer algo especial con eso tan lindo porque me dio miedo que solo estuviera en un papel y se perdiera…

Por eso hoy le rindo un homenaje publicando 2 extractos, uno de la estampa de Mamama y otro de la que me escribió a mí, que siento tan especial viniendo de mi viejito querido: mi abuelito, mi padrino y mi tocayo!

Otta (Mamama)

Y es que ya de tanto verte,

y es que ya de tanto amarte,

estás dentro de mi ser.

No sé si amarte o quererte.

Con mi cuerpo yo te quiero

y es amarte con el alma;

sin tocarte yo te amo

y te quiero sin sentirte.

Y es,

que al solo tocarte,

o pensarte

tu me haces

EL HOMBRE MAS FELIZ.

Carlota Eugenia

Gaviota de inmensos mares.

Gaviota de cuatro costas;

Carlota Eugenia: tu nombre

es almíbar que en las flores,

para sembrar mil amores

las abejas lo recogen;

para endulzar los pesares.

y sobra tanta dulzura,

que en sus arcas Dios la guarda

para endulzar el futuro.