Mi sobrino Marco vino a visitarnos de una manera muy especial, porque sus papás tenían diligencias qué hacer y nos lo dejaron por unas horas!
Los Pirulingos se estrenaron en las artes del baby sitting y lo hicieron muy bien!
Andres Ignacio ya tiene experiencia porque a Eugenia la cuida, le enseña y juega con ella… y Eugenia de tanta dulzura que recibe de su hermano también supo cómo darle un poco a Marco a quien no para de llamar por su nombre “Maco, Maco” o “Bebééé”, como si ella fuera muy grande.
Esa tarde no hubo celos, yo prácticamente cargué a Marco todo el rato, menos cuando estuvo dormido (30 minutos) y un momento que se quedó en el coche y lo mecíamos los tres. Los Pirulingos no hicieron más que acompañarme y embelezarse con las gracias de su primito.
Fue una tarde perfecta porque Marco es un bebé precioso y divino para darle besos en su papada y sus cachetes abundantes! Y su Tía Toty no escatimó en besos y abrazos para el chiquitín.
Fue una tarde linda porque los Pirulingos, como sabiendo que así lo necesitaba, se portaron de maravilla, aunque al día siguiente se desquitaran en una tarde de locos… al menos no cuando estuvo Marco… Y es que en esta casa nos encantan los bebés, más si son primos y más si nos permiten soñar con una pandilla que está creciendo y creciendo…
No nos aguantamos a noviembre cuando, si Dios quiere, estarán los 5 primos Zambrano juntos comenzando a hacer de las suyas por las calles de NYC!
Publicado el 9 de octubre de 2012