Nosotros tratamos de ir a Misa todos los domingos, Andres y yo sentimos que Dios nos regala tantas cosas lindas cada día de la semana que ir a Misa el domingo es una manera de retribuírselo acompañándolo y escuchando su palabra.
Eso antes de Los Pirulingos.
Después que ellos nacieron se nos presenta un doble dilema.
Por un lado tenemos más que agradecer y más que pedir. Ustedes saben, lo normal, agradecer por su existencia, su salud, sus sonrisas, sus movimientos, sus ocurrencias, su presencia en nuestra vida! y pedir por su vida, su salud, su felicidad, por nosotros ser buenos padres, saberlos guiar, etc.
Por otro lado la Misa se complica ligeramente con los chiquitines.
La complicación se presenta de diferentes formas y maneras: no siempre logramos estar listos a la hora necesaria. De estar listos no siempre contamos con el mejor humor de los Pirulingos a esta hora. De llegar a la misa a la hora precisa normalmente terminamos más enfocados en mantenerlos tranquilos que en la propia Misa.
Es un debate constante, una sensación extraña con la que yo particularmente he luchado por el último año y 3 meses.
Sigo debatiéndome pero por lo pronto termino siempre concluyendo que si deseamos cultivar la vida espiritual de nuestro hijos, debemos enseñarles con el ejemplo. Más que predicarles, hacer eso que sentimos es lo correcto. Que es preferible estar a medias que no estar. Que no importa si tenemos que explicarles mil veces que hay que estar calladitos, esto vale la pena al momento de rezar juntos el Padrenuestro. Que aunque no estemos al 100% escuchando la Homilia, los padres cada vez mas desarrollamos la capacidad de hacer varias tareas a la vez y algo queda grabado y al momento de la Paz sentimos que queremos estar alli el domingo siguiente.
No todo el mundo entiende este enfoque. Porque cuando los Pirulingos se ponen “intensos”, interrumpen la Misa de otros. Esa es la parte más dificil, y en ocasiones simplemente toca “abortar la misión” y salirnos más temprano… Pero el haber ido, el preparase cada domingo para Visitar a Jesus [como dice a Andres Ignacio] rinde sus frutos cuando un día nos damos cuenta que él se da cuenta que vamos a Misa antes que se lo hayamos dicho, solo porque sabe o siente que es ese día de la semana…
Hoy fuimos a Misa, los dos se portaron muy bien, fue uno de esos domingos que pudimos escuchar y atender la Misa con ellos y hacer una oración muy especial por nuestra querida Venezuela!