Este fin de semana, a pesar del rico clima que había afuera (este ha sido un invierno muy benévolo en compensación al horrible invierno del año pasado!), nos tocó encerrona en la casa para consolidar a Andres Ignacio como un niño grande, hermano mayor y campeón que no usa pañales! (Todos los adjetivos que usamos con él motivándolo en este nuevo -gran- paso).
Estuvimos las 48 horas en la casa, pero lejos de estar aburridos, durante todo el fin de semana hubo diversas actividades que todos disfrutamos mucho!
Hubo Andres Ignacio corriendo por toda la casa sin pantalones, en interiorcitos de diferentes colores y personajes.
Hubo un picnic de celebración porque ya el sábado -casi- todas las veces Andres Ignacio avisaba para ir a su pocetica.
Hubo comida china para complacer al homenajeado que le encanta el arroz.
Hubo familia viendo televisión. Hubo fútbol y películas infantiles.
Hubo sábanas mojadas y la mañana siguiente hubo sábanas limpias y la celebración correspondiente.
Hubo cuentos, muchos cuentos, cada uno contado muchas veces.
Hubo un show de títeres de la caperucita roja y el lobo feroz!
Hubo premios, canciones y muchas celebraciones.
Hubo pelea de espadas.
Hubo gateo de Eugenia por toda la casa.
Claro que también hubo que lavar ropa, cocinar, y -finalmente- quitar la decoración de navidad…
Pero sobre todo hubo una familia muy feliz de volver a estar reunida, sin hacer nada especial, solamente disfrutando estar juntos otra vez!
* En otra entrada les cuento la metodología utilizada para lograr el entrenamiento!