Yo he visto la ternura en sus ojos, la mirada que desprende un corazón estrujado que recuerda vivamente los momentos en que estaba con su pequeño jugando, disfrutando, aprendiendo y ahora se le puso grande y un nuevo chiquitín revive todos esos sentimientos: pero con más ganas, con toda la dulzura, la complicidad y la necesidad de solo verlos reír… el impulso desenfrenado de complacer y…