Yo creo firmemente que a los bebés hay que hablarles. Que desde que están muy pequeños y parecen que no entienden nada igual hay que contarles, cantarles, describirles y narrarles lo que sucede a su alrededor. Sus pequeñas mentes se desarrollan gracias a esas palabras dulces de mamá. Actualmente mis mañanas transcurren solo con Cristobal, muchas veces lentas y silenciosas…