La semana pasada enseñamos a Cristobal a ir al baño y dejar atrás el pañal. Lo hicimos de la misma manera como antes lo habíamos hecho con sus hermanos, y a pesar de las diferencias por cada una de sus personalidades, el resultado fue similar y logramos quitarle el pañal en pocos días.

A mis 3 hijos los he enseñado a ir al baño, con los 3 lo he hecho a la misma edad (Ashio y Eugenia tenían 2 años y 3 meses, Cristobal 2 años y 4 meses) y en los 3 casos he aplicado el mismo método. Pero sobre todo, las 3 veces yo he estado decidida a hacerlo, llena de paciencia, amor y acompañamiento para mis chiquitines en esta importante transición.

Muchas personas me han escrito con dudas sobre el proceso, pero sobre todo con dudas sobre si se debe o no enseñar a los hijos a ir al baño o es mejor esperar que lo dejen solo.

Muchas inquietudes sobre diferentes posiciones en las que se debate si el control de esfínteres es algo que se enseña o es un proceso evolutivo que se da solo.

Como todo en la maternidad no creo que haya una respuesta absoluta, creo que depende de muchas variables. Creo que puede haber razones muy válidas para esperar que lo dejen solo, creo que hay casos que lo ameritan y creo que la comodidad de los pañales desechables hace que para muchas personas sea una opción perfecta.

Operación Pañal

Pero personalmente, luego de informarme sobre el tema y entender muchas variables, decidí enseñar a mis hijos a usar el baño y dejar el pañal. Decidí no esperar a que se diera solo o que estuvieran más grandes sino hacerlo cuando pensé que era un buen momento, cuando sentí que estábamos listos y cuando ademas fue conveniente.

Muchas razones influyeron en mi decisión y es lo que quiero compartir hoy, junto con mis reflexiones y aprendizajes sobre el proceso.

Por qué enseñarlos y no dejar que lo dejen solos:

En mi caso porque sentí que las 3 veces mis hijos estaban listos y que podían aprender. Los sentí listos por su capacidad verbal y no verbal de comunicarse y de entender instrucciones. Además las circunstancias eran favorables, en esta oportunidad Ashio y Eugenia se fueron dos semanas de campamento y consideré ideal el momento para atacar la Operación Pañal aprovechando que estaría sola con Cristobal.

Sentí que estaban listos ellos y además YO estaba lista y dispuesta a hacerlo. Y en estos procesos creo que esa decisión y disponibilidad es igualmente importantísima.

Siempre digo que hay que tomar en cuenta  a nuestros hijos en este proceso y conociéndolos mejor que nadie saber si pueden asumirlo, y si no estamos totalmente seguras, al menos intentarlo: pero también debemos tomar en cuenta si nosotras estamos listas y esto quiere decir que podamos dedicarle tiempo y presencia al proceso, acompañar a nuestros hijos y ser su guía y apoyo en la transición.

Los bebés desde que nacen deben vivir procesos de cambio, de dejar cosas porque crecen y deben adaptarse a nuevas etapas… Para ellos es parte de la naturaleza de ser bebés o niños pequeños y yo creo que el principal rol de los padres es darles todo el apoyo y el amor para que se sientan seguros al transitar estos cambios. Creo que si sienten esa seguridad de nuestra parte, nuestra compañía y nuestro amor; su adaptación era más facil y asumirán los cambios con menos resistencia o incluso ninguna resistencia.

Operación Pañal

Cuando me preguntan sobre la posición que defiende esperar y que no se debe «enseñar» a ir al baño, contesto que si ese es el deseo de los padres y la necesidad del niño, está bien. Que si los padres deciden tomar esa vía, está bien porque cada madre/padre sabe lo que es mejor para ellos, para sus hijos y su familia.

Pero igualmente siento que nadie que desee enseñar a su hijo a dejar el pañal se debería sentir mal o culpable o que está violentando un proceso evolutivo. Es decisión de cada familia y depende de muchas variables pero a mi se me ocurren muchas razones por las que una familia no quiera o no pueda seguir dependiendo de los pañales y por eso es también una necesidad mucho más temprana en innumerables  circunstancias.

Y ya son 3 veces que yo decidí enseñar a mis hijos, y en los 3 casos siento que el proceso fue exitoso: siento que en el camino aprendimos muchas cosas y al final todos nos sentimos super orgullosos de haberlo logrado. Siento que aprendimos a ajustar expectativas, a conocerlos mejor para motivarlos de la mejor manera y sobre todo siento que una vez más nos dimos cuenta que sus pequeñas cabecitas saben y entienden más de lo que parece y lo que pueden verbalizar y eso nunca deja de fascinarme.

Para no extenderme más lo voy a dejar hoy hasta aquí y muy pronto publicaré otro post con el método que usé y trataré de explicarlo con la mayor cantidad de detalle y con nuestros ensayos/errores y aprendizajes.

Mientras tanto si tienen alguna pregunta específica, háganmela en los comentarios y las tomaré en cuenta para el siguiente post. Las leo!