Esta entrada fue escrita en colaboración con H-E-B Curbside, pero todas las opiniones son propias y están basadas en la experiencia con mis hijos.
Esta es una historia de la vida real:
Mi nevera y despensa están vacías, necesito ir al supermercado. Tengo algo de trabajo acumulado así que decido aprovechar la mañana mientras los Pirulingos están en el colegio (y yo con Cristobal) para adelantar pendientes y aprovechar e ir con ellos a H-E-B al buscarlos en la tarde, finalmente acompañarme a hacer compras al supermercado les encanta. Todo va bien hasta que al momento de entrar al estacionamiento y comenzar a buscar dónde estacionarme, veo por el espejo retrovisor y me doy cuenta que ha sucedido algo terrible, 5 minutos antes de llegar al supermercado Cristobal se quedó dormido.