perspectiva criandoando

Yo he aprendido que esta es una palabra, y más que eso, una actitud importantísima en la maternidad:

PERSPECTIVA.

Nos hace falta para entender que cuando atravesamos momentos difíciles no significa que estemos sumidos en ellos. Que cuando se presentan situaciones adversas, nuevas, retadoras; son sólo fases que pasarán y cuando el sol brille de nuevo veremos todo precisamente desde otro punto de vista y nos daremos cuenta que haberlo visto así desde el principio lo hubiese hecho más llevadero.

Pasa con las noches largas sin dormir con un bebé recién nacido, con el llanto aparentemente inconsolable de un pequeñín que sólo se calma en los brazos de mamá, pasa con las dificultades que se presenten con la lactancia materna, con las primeras pataletas que sentimos que se quedarán para siempre, con los terribles 2, con los niños que no duermen toda la noche, con la operación pañal y así, con un sinfín de situaciones que son propias de esta aventura llamada maternidad.

Ver las cosas en perspectiva significa tener una “visión más ajustada a la realidad, favorecida por la observación ya distante, de cualquier hecho o fenómeno”.

Para tener perspectiva hace falta alejarse de la situación: sea dando 2 pasos atrás para ver el cuadro en todo su esplendor y así tratar de entenderlo; o dándole tiempo confiando en que éste nos pueda dar luces que el momento no nos permite.

Es un ejercicio de respirar profundo y analizar la situación, de verla con otros ojos, de ponernos en el puesto de nuestros hijos, de recordar lo que hacían nuestras madres, de escuchar a otras madres… Logramos perspectiva a través de un conjunto de elementos que de repente hacen “click” y con el click entendemos y asumimos causas o consecuencias con mayor gracia y menos peso en las espaldas.

Perspectiva significa a veces asumir los miedos, significa seguir nuestro instinto, escuchar nuestra voz para salir adelante y luego detenernos, revisar, ponderar, enmendar el rumbo y seguir. Significa que podemos equivocarnos pero tenemos el infinito chance de rectificar y también significa esperar, dejar pasar y asumir que muchas situaciones mejorarán… porque vamos aprendiendo en el camino y porque esta labor y esta aventura de ser madres no se acaba…

Al principio la tenemos que buscar concientemente, practicarla aunque no venga espontánea; pero poco a poco ella comienza a sentirse cómoda y se va quedando y encontrarla cuando es necesaria se hace más fácil. Así nos descubrimos en las segundas maternidades, cuando ya hemos pasado por ciertas situaciones, echando mano de esa perspectiva ganada y encontrando en ella mayor seguridad y definitivamente mucha serenidad.

A mí siempre me ayuda pensar que al mismo tiempo que yo, en todas partes del mundo, son muchas las madres que viven y superan los mismos retos de cara a sus hijos y la labor de criarlos…

Esa es una perspectiva que me alivia y me ayuda a seguir adelante cada día apoyada en el infinito amor que siento por mis Pirulingos!

Pd: la crianza le pertenece a los momentos de calma y el tipo de mamá que soy