Esta entrada es patrocinada por Pull-Ups® Training Pants and Latina Bloggers Connect, pero todas las opiniones son propias y están basadas en la experiencia con mis hijos.

Quitarle el pañal a los Pirulingos fue sin duda una de las situaciones en las que la maternidad se ha presentado con muchos miedos e incertidumbre. La primera vez no sabía qué hacer, cómo enfrentarlo, cómo definir el momento ideal para comenzar, etc. Pero lo hicimos, aprendiendo de algunos errores y lo logramos con éxito.

Cuando vino el turno de Eugenia, aunque tenía la seguridad de haberlo hecho anteriormente, me tocó lidiar y aprender de nuevas situaciones que fueron particulares porque cada niño es diferente.

Aunque el proceso lo enfrentamos igual, se nos presentaron imprevistos que tuvimos que sortear al momento. Como el viaje en carretera un mes después de haberle quitado los pañales a Eugenia en el que en el medio del camino le comenzó una diarrea. Aunque ya no usaba ni siquiera Pull-Ups, yo había metido unos en la pañalera “porsiacaso”. Menos mal porque nos salvaron la vida el resto del viaje.

Al principio yo me asusté mucho de que pudiésemos retroceder todo el camino andado, pero no tenía mucha alternativa así que le expliqué a mi Tinga Tinga la situación y que usaría los Pull-Ups mientras estuviese enfermita, recalcando que igual nos avisara cuando tuviese que ir al baño.

Para nuestra sorpresa Eugenia siguió avisando y aunque hubo algunos accidentes porque no lográbamos llegar al baño en tiempo récord, el ritual se mantuvo como si no estuviera usando pañales… La clave es que ella no sentía que los Pull-Ups eran pañales, los percibía como una pantaletica de diferente diseño, uno de Minnie o de Princesas además muy llamativo y eso hizo que no hubiese retroceso, que fuese sólo una prueba en el camino y que lográramos con éxito decir adiós a los pañales!

En estos días he pensado cuáles fueron las claves del éxito en ambos casos, los consejos que recibimos que más nos ayudaron o los principales aprendizajes, aquí las comparto con ustedes y espero que les ayuden:

» Observar señales de que el niño está listo: avisa cuando moja o ensucia el pañal, entiende directrices sencillas, se comunica verbal o a través de señas. Yo creo que como mamás sabemos descifrar esas señales y es importante que confiemos en nuestro criterio y nuestro instinto.

» Buscar el momento en el que se le pueda dedicar tiempo. Nosotros lo hicimos bajo el método intensivo de 3 días sin pañal, pero independientemente del método que se utilice, se le debe dedicar tiempo a explicar al niño, a que se familiarice con la poceta, a que nos vea yendo al baño para servirle de ejemplo.

» Tener todo lo necesario antes de empezar: pocetica o aro para la poceta grande, ropa interior, Pull-Ups, calcomanías u otros premios sencillos de estímulo, y muchas ganas de jugar bien cerca de ellos para detectarlos “en el acto”.

» Para esas veces en las que hay que ir “en el camino, este aro portátil nos ha salvado muchas veces y los wipes tipo “flushable” han sido de mucha utilidad.

» Quitarse el miedo y aprovechar el esfuerzo para quitar pañales de día y de noche. A nosotros nos funcionó y por eso soy partidaria de al menos intentarlo. Creo que hacerlo simultáneamente le da mayor consistencia y la consistencia es clave.

» Cultivar la costumbre de ir al baño antes de ir a dormir y al despertarse. Además yo las primeras noches dormí cerca de ellos porsiacaso necesitaban ir en medio de su sueño.

» Celebrar los aciertos y respirar profundo en los accidentes, limpiarlos sin regañar o hacerlos sentir mal. Que ir al baño sea una alegría, un logro, un motivo de orgullo y no una ocasión de regaño o de sentirse mal.

» Hablar de la poceta, contarles cuentos, cantar canciones o inventar alguna, narrar nuestras idas, las de los hermanos… Que sea El GRAN tema en esos días y aprovechar cualquier situación que permita reforzarlo.

» Recordarles frecuentemente que avisen si tienen que ir. Preguntarles si tienen ganas. Mantenérselos en el “top of mind”.

» Luego que ya saben avisar y se van consolidando en el camino sin pañales, hay que reforzarles mucho que deben ir al baño apenas sientan ganas. Pasa que se entretienen jugando y lo dejan pasar y cuando avisan ya es al último minuto. La serie de «nina needs to go» muestra a una niña a la que le toca ir al baño en los momentos más inoportunos. A los Pirulingos les encanta, se ríen de las situaciones y les refuerza que avisen enseguida.

» Finalmente el mejor consejo es armarse de paciencia sabiendo que se trata de un proceso intenso pero también lleno de la alegría de ver a nuestro hijos lograr un gran paso en su desarrollo sabiendo que los acompañamos y lo celebramos en grande!

Ellos sabrán sentirse orgullosos y nosotras lo estaremos igualmente.

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^^^ Fotos de octubre 2013 en un Hotel en Batton Rouge donde paramos en nuestro Road Trip.

Operación Pañal Andres Ignacio

Operación Pañal Eugenia