Desde que comencé a escribir este blog, no solo se avivó mi vena escritora, sino también aquella de querer tomar más y mejores fotos… de mi vida, de mi familia, de mis paseos, pero sobre todo de mis Pirulingos.

Es un ansia de mantener este momento tan dulce en mi vida gracias a sus ocurrencias y sus palabras bonitas… es la certeza de que estas fotos me alegrarán muchos momentos en el futuro, esa es la magia de la fotografía: alegrar los corazones permitiéndote volver a vivir un momento especial.

Este año me rondaba en la cabeza la idea de comenzar algún proyecto fotográfico que me ayudara a mantener la motivación de tomar lindas fotos a mis hijos, de esas que son espontáneas, que nadie ve a la cámara sonriendo pero que precisamente plasman momentos, expresiones, relaciones… que son pedazos de vida!

No siempre es fácil capturar estos momentos, no siempre tengo “la cámara buena” a la mano y las fotos con la cámara buena quedan tanto mejores que las del celular, que precisamente ella tiene que ser mi aliada en este proyecto.

Entonces leí ayer un blog que me encanta: con botas de agua, y sentí que Bea, su autora, había interpretado lo que quería hacer…

Un proyecto fotográfico de la relación de mis hijos.

Porque son esos momentos los que finalmente más suspiros logran sacarme, porque nada disfruto más que verlos interactuar, jugar, incluso pelear y reconciliarse de esa manera tan tierna, tan dulce e inocente como lo hacen.

Andres Ignacio se derrite por Eugenia, la complace, la cuida, sobre todo la entiende como nadie más y ella lo agradece admirándolo, imitándolo y buscándole fiesta para así entre los 2 pasarse el día riendo, jugando e inventando sin parar… muchas veces las carcajadas se transforman en llanto en cuestión de segundos porque también pelean, quieren los mismos juguetes, o no se ponen de acuerdo; pero incluso allí me encanta verlos también resolviendo las situaciones, formando y consolidando esa linda relación de hermanos!

Y lo más lindo es que todo eso sucede entre las conversaciones más geniales y divertidas con las que Andres y yo nos reímos sin parar. Entonces aunque las fotos no nos permitan escuchar esas palabras y voces agudas, quiero escribir esas historias que acompañan sus juegos, sus ocurrencias, su lógica imbatible y sus discusiones acaloradas!

Así comenzamos nuestro proyecto imágenes y letras. 

[1/52] de la pose al juego

Yo me paro frente a ellos, cámara en mano, queriendo tomar una foto

Ellos me ignoran, aunque esten parados frente a mi no me ven, se ven el uno al otro y comienzan a jugar.

Yo sigo allí porque ya he entendido que me están regalando la oportunidad de una foto mejor que la que había pensado.

Y de repente parece que yo y mi cámara desapareciéramos. Aunque yo siga hablando ellos ya son superhéroes queriendo salvar el mundo, cohetes espaciales a punto de despegar: comienza la cuenta regresiva y se escucha “blast off”; y ni el sonido del “click” de mis fotos los distrae. Si les hablo se abstraen por un segundo, se abrazan y continúan.

Marchan uno tras el otro, saltan muy alto y al caer al piso comienzan una carrera

AI: yo gané

EI: yo también gané

Yo: y mami?

Pirulingos: ultimisissssísima por siempre!!!!

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^^^Misión San José –  San Antonio,TX.

Imágenes y Letras es un proyecto fotográfico en el que me propuse capturar la relación de mis Pirulingos las 52 semanas del año.

Pd: una reflexión sobre nuestro rol de «guardianes de memorias»

Publicado el 16 de enero (cumpleaños de mi mamá!) de 2014