Esta será una entrada llena de toda la nostalgia que ya tenemos de que Puli (mi mamá) se haya ido…

Pero llena de alegría de haberla tenido aqui por 5 semanas gracias al nacimiento de Marco!

Tener a Puli en Nueva York significa: 

Escucharla cantar y cantar canciones a los Pirulingos. Canciones verdaderas, canciones inventadas, canciones infantiles, todo tipo de canciones cantadas todo el día!

Que los Pirulingos se bañen varias veces al día, porque no hay nada que le guste más a Puli que bañar a los Pirulingos!

Conversar y filosofar y seguir conversando de maternidad, de crianza, de lactancia materna, etc…

Escuchar una y otra vez anécdotas de nuestra infancia, porque estar con los Pirulingos activa todos esos recuerdos!

Comer arepas hechas de verdad en comparación con las mías que siempre son de tosty-arepa! y otras comidas ricas que Puli nos preparó y que a mi y a los Pirulingos nos encantaron.

Que los Pirulingos usen sombrero, porque los sombreros de Puli son muy divertidos para ponerse y para jugar.

Que la cafetera que nunca usamos se use cada mañana para hacer un café que luego se toma en un restaurant recreado en el cuarto de los Pirulingos!

Comer cheetos y fresas y rice krispies… porque a Puli le encantan los cheetos, las fresas y el rice krispies!

Ir al cine, o a cenar o a un teatro con Andres mientras Puli cuida a Los Pirulingos!

Prender la TV y encontrarla en el canal católico que a Puli le encanta ver y que la delata cada vez!

Escucharla preguntar “PINCI?” y Andres Ignacio responder con emoción “PONGO! y más atrás Eugenia igualmente emocionada decir “PETA!”… una y otra vez!

Pero sobre todas las cosas, tener a Puli en NYC significa unos nietos felices de disfrutar su Puli, una hija feliz de disfrutar a su mami, y una Puli feliz de pasar estos días con  nosotros haciéndonoslo sentir con cada consentimiento!!!

Te fuiste ayer y ya te extrañamos…

Publicado el 5 de julio de 2012