Si leyeron la entrada de ayer sabrán que estamos en un período de reflexión sobre la comida de la casa...

Si no la leyeron… Leanla! Jajaja y sepan que esta nueva entrada trata de la alimentación, un tema que cada vez más, entiendo y asumo lo importante que es en la maternidad.

Mi primera decisión de alimentación fue la lactancia materna, y la lactancia de mis dos hijos fue sobre ruedas, perfecta, maravillosa, disfrutada por todos en esta casa, especialmente por los Pirulingos!

A Andres Ignacio lo amamanté 6 meses exclusivamente y allí comencé a introducir alimentos complementarios: frutas, vegetales, sopas, harinas, etc, etc…

Voy a ser muy honesta, la alimentación complementaria de Andres Ignacio fue bien complementaria, bien secundaria a la lactancia que fue siempre muy protagonista… Hasta los 10 meses y medio la comida que le daba era muy sana y casera pero de forma muy desordenada….

Un día amaneció con mi determinación de autoimponerme orden y su alimentación se volvió más ordenada, todavía con mucho protagonismo de mi leche, pero con comidas regulares y balanceadas.

Andres Ignacio desde el principio fue “buen diente” y comía bien en cantidad, probaba lo que se le daba, casi todo le gustaba…

Hasta que entró en esa etapa de comer más sólidos y dejó de querer comer líquidos: sopas, jugos, cremas, avena, etc…. Simplemente no abria la boca a nada que se le tuviera que dar con cuchara

Entonces el estado sólido tomó el dominio de su dieta y hasta ahora no ha habido vuelta atrás.

Andres Ignacio sólo toma agua, mucha! No toma leche, no toma jugos, merengadas, nada!

Come muchas frutas, la que haya, de merienda, después del almuerzo, con la cena… Como a mí, le encantan las frutas y a mi además me encanta que le encanten!

El problema es que Andres Ignacio al no comer líquido dejo de comer, en gran parte, los vegetales que comía, principalmente en compotas, sopas o cremas…

Y aquí viene el origen de mi reflexión, porque yo como vegetales pero no es mi fuerte cocinarlos, si otro los cocina, me los como encantada, pero siento que yo no doy con el gusto de unos ricos vegetales salteados! Yo soy de las que prefiero una ensalada y esas sí siento que me quedan deliciosas y voy probando y experimentando teniendo buenos resultados…

Indudablemente esa falta mía de cocinarlos se traduce en una falta de él en comerlos…

Entonces por una parte me siento muy bien y orgullosa que mi amor por las frutas y su presencia constante en nuestra casa y en nuestra mesa haya hecho que Andres Ignacio igualmente las disfrute… Y que sean su merienda favorita… Pero al mismo tiempo siento un poco de culpa que se haya dado el efecto inverso con los vegetales…

Luego esta la falta de insistencia porque “él come bien”, que no deja de ser cierto pero que tampoco anula el hecho de que comer vegetales es bueno, saludable y un buen hábito qué cultivar…

Sin quejarme mucho de cómo come Andres Ignacio, estoy clara que tengo que trabajar en buscar la manera de que coma más vegetales, que le sean atractivos, que los pruebe (porque muchas veces pasa que no los quiere siquiera probar, ni los vegetales ni nada nuevo, ni siquiera un dulce!).

Eso implica muchas cosas porque Andres Ignacio almuerza en su colegio, comida que yo le preparo pero que las maestras no tienen la posibilidad de dedicarse exclusivamente a él a esa hora del día, entonces es en la cena y fines de semana que tenemos que reforzar…

Y después esta Eugenia, que ya come sopas, cremas, compotas y que con sus 10 meses ya puede comer casi todo lo que se coma en esta casa… Y con ella llega la posibilidad de enmendar y actuar acorde a los aprendizajes que nos dejó su hermano…

Por todo eso que acabo de resumir de manera muy extensa hoy comienza la “Operación Vegetales”

Una cruzada para que Andres Ignacio vuelva a comer vegetales, para que Eugenia siga probándolos, para que yo los aprenda a cocinar, para variar las cenas y compartirlos todos en familia!

Así funciona:

Todas las semanas, elegiré un día en que la cena será un plato cuyo ingrediente principal sea un vegetal, y lo prepararé para que lo comamos todos, intentando hacerlo atractivo para Andres Ignacio y que la experiencia familiar, el comerlo todos juntos le sirva de estímulo para irlos probando…

También creo que puede funcionar hacer unos dibujos tipo flash cards, o buscar algún libro de imágenes de vegetales para nombrarlos, verlos, reconocerlos y que si alguno le gusta se recuerde! (siempre que algo le gusta comienzo a nombrárselo cada segundo, recordándole que le gustó, mostrándoselo, porque es muy fácil que se le olvide que algo les gusta y no quiera probarlo de nuevo… entonces mi tarea es mantenérselo en el top of mind!).

No pretendo que como por arte de magia este ritual le devuelva a mi chiquitín las ganas de comerlos, no soy tan ingenua, sólo intento ponerlos a su alcance con suficiente frecuencia y de la manera más atractiva posible para que su presencia lo vaya cautivando… Es una excusa para yo buscar recetas y aprender a prepararlos, experimentar con ellos y es una excelente manera de que Eugenia los coma desde el principio…

Comenzamos el jueves, deséennos suerte y ya los mantendré al tanto…

Recetas consejos o sugerencias son totalmente bienvenidas!

Buen provecho!!!

Pd: buscando ideas e inspiración abrí un board en Pinterest llamado Operación Vegetales!

Publicado el 6 de marzo de 2012